Señor, me despierto en este nuevo día con energía renovada para agradecerte por la misericordia de darme una nueva oportunidad para hacer Tu voluntad y para ser transformado por Tu gracia en las diversas actividades que hoy tenga que realizar, las personas con las que tenga que encontrarme y los momentos tanto de tranquilidad como de dificultad que deba enfrentar, pues todo ello hace parte de nuestro día a día, y cada día suma en el avance de la vida, como don que nos has dado para seguirte y servirte con fidelidad y con compromiso, siendo ejemplos de Tu obra en otros, de forma que ellos también puedan buscarte y encontrarte.
Hoy quiero pedirte Señor, que Tu presencia me acompañe en cada uno de los pasos que emprenda y no se aparte de mi en ningún momento, para que pueda caminar seguro, confiado y tranquilo sabiendo que Te encuentras conmigo. Sé que siempre encontraré en el camino dificultades y adversidades y que muchas veces podré sentirme sin fuerzas, sin aliento, o que estoy dando círculos en el desierto, sin esperanza de encontrar la salida a la tierra prometida, en esos momentos clamo a Ti Padre para que disipes esas dudas de soledad, sembradas por el enemigo, ese miedo a lo que pueda pasar, esa angustia de pensar que todo irá en mi contra y sustituyas cada uno de esos pensamientos de trampa con el que el enemigo quiere perturbar mi paz, por pensamientos propios de la felicidad que quieres ver en cada uno de Tus hijos, pensamientos de felicidad y esperanza, de victoria y logro, de abundancia, calma y tranquilidad.
Este día es tuyo Señor, y lo dejo en Tus manos para que se haga Tu gloriosa voluntad. Dame la atención para escucharte cuando me hablas en los eventos de hoy y dame la sabiduría para responderte como esperas que lo haga, según Tu Palabra.
Que Asi Sea Señor, En El Nombre de Jesús, Amén.