Gracias mi Dios por tus bendiciones y por las victorias de este día. Gracias por darme Tu mano cuando siento que no puedo seguir, gracias por aumentar mi fe y hacerme sentir que no estoy solo. Te agradezco por todas las bendiciones que colocas en mi vida: por el pan en mi mesa, el techo que me cubre, por las personas que me apoyan y que están siempre a mi alrededor.
Hoy quiero pedirte Señor, por paciencia. Muchas veces puedo perder esa capacidad de esperar que quieres cultivar en cada uno de Tus hijos, pues la paciencia es también hermana de la paz y de la tranquilidad. Dame la calma para aprender a confiar en Tus tiempos y no en los míos Padre, que no me apresure por lograr un objetivo cuando Tu has dispuesto que no es el momento correcto. Que no confíe en mis propias habilidades, dones o entendimiento sino que con humildad obedezca cada uno de los designios que Tu consideres convenientes, pues solo Tu conoces completamente mi corazón, sondeas enteramente cada uno de mis pensamientos y sabes sin lugar a dudas aquello que rendirá mayor fruto para mi vida.
Entrego este día en Tus manos para que hagas con el lo que sea de mayor fruto para Tu Reino Señor, y Te pido que no me falte Tu presencia en todo lo que haga o diga, para que pueda yo servirte con la fidelidad y el compromiso que solo Tu mereces Padre,
En El Nombre de Jesús, Amén.