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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
«Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído» (Isaías 65:24)
Dios quiere que sus hijos pidan lo que está en sus corazones, porque Él se deleita en dar.
El privilegio de la oración se basa en la relación que tenemos con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. Solo quienes somos parte de la familia de Dios podemos decir que Él es nuestro Padre (Jn 1.12), y recibir respuesta a la oración. Él no promete esto a los incrédulos. La única excepción es el pecador que pide perdón y recibe a Jesucristo como su Salvador y Señor. Su oración siempre es respondida con la salvación, conforme a su promesa (Ro 10. 9).
En el Sermón del monte, Jesús usa tres verbos para describir la oración: pedir, buscar y llamar. Note la progresión en la intensidad: petición, búsqueda y acción. La oración es más que presentar peticiones a Dios. Implica buscar que su voluntad guíe nuestras súplicas. Significa “tocar la puerta” explorando diferentes soluciones, y recibir el consejo piadoso para ayudarnos a determinar el sentir de nuestro Señor. Jesucristo prometió que recibiremos y encontraremos, y que Dios nos abrirá la puerta. Tenemos su garantía de que el Señor responderá, y lo que Él hace es bueno.
Orar es sencillo, pero a veces nos resulta difícil hacerlo. Pídale al Señor que le enseñe más acerca de la oración bíblica. Ponga en práctica lo que aprenda, ¡y espere su respuesta con confianza!
Recuerda: Orar es ponerse en manos de Dios. Estar en manos de Dios, es vivir confiado.
Palabra Diaria: Señor, a pesar de a veces sentir dudas y no entender tus maneras o creer que no me respondes, hazme paciente y fiel, para tener la certeza de que mis oraciones llegan hasta a ti y para esperar por los planes de bien que siempre me guardas.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo – Isaías 65
Dios responde a la oración de Isaías, habla de la llamada de los gentiles y expone su dolor por la rebeldía y la obstinación de su pueblo. La venida del Mesías es como una nueva creación (‘cielos nuevos y tierra nueva’), que prepara sus almas para la dispensación de la gracia.
Referencias cruzadas por término – Isaías 65:24
Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Salmos 50:15 – E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
Salmos 32:5 – Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
Lucas 15:18-20 – Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Daniel 10:12 – Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Marcos 11:24 – Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Salmos 91:15 – Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
Isaías 11:6-9 – Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Miqueas 7:17 – Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se volverán amedrentados ante Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti.