Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de 1 Samuel 31. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El sentido de 1 Samuel 31 narra la matanza de los israelitas y la muerte de Saúl. Mientras tanto, más al norte, la batalla entre Israel y los filisteos estaba en curso. Superados en número por los atacantes, los israelitas huyeron ante los filisteos y cayeron por la montaña de Gilboa. Y los filisteos mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. Y la batalla se intensificó contra Saúl, y los arqueros lo alcanzaron; y él tuvo mucho miedo a causa de los arqueros. ( 1 Samuel 31:1-3)
Resúmen de versículos
31.1 – El monte Gilboa era una pequeña cadena de montañas en la parte oriental del valle de Jezreel.
31.2,3 – El cuarto hijo de Saúl, Ish-boset, aparentemente no estuvo presente en esta batalla, ya que Abner lo había declarado rey después de la muerte de Saúl (2 Sam 2.8-10).
31.4 – Saúl tomó la espada y se lanzó sobre ella. Este relato de la muerte de Saúl es diferente del que hace el amalecita en 2 Samuel 1.6-10. El amalecita probablemente falsificó la versión verdadera para obtener la aprobación de David.
31.5 – En una muestra de lealtad, el portador de armas de Saúl se unió a su amo en la muerte.
31.6 – Todos sus hombres murieron juntos ese día. Esto no se refiere a todo el ejército (v. 7), sino sólo a los hombres que estaban particularmente asociados con Saúl, tal vez sus guardaespaldas reales.
31:7 – Los que estaban a este lado del valle se refiere al valle de Jezreel. Abandonaron las ciudades y huyeron. Como resultado de la derrota de Israel, muchas de las ciudades del norte de Israel fueron abandonadas. El pueblo huyó a regiones remotas para escapar de la amenaza de los filisteos.
31:8,9 – Los filisteos vinieron el otro día a despojar a los muertos. Saquear el campo de batalla era una regla en la antigüedad. Los vencedores se llevarían ropa, armas y armaduras del botín. Anunciándolo en el templo de sus ídolos y entre el pueblo. La victoria de los filisteos fue anunciada a los fieles congregados como testimonio público de la grandeza de sus dioses al derrotar a los israelitas.
31.10 – La armadura de Saúl fue colocada en el templo dedicado al culto de Astarot, o Istar, la diosa cananea de la fertilidad y la guerra. Aunque el cuerpo de Saúl fue colocado en la muralla de la ciudad, en 1 Crónicas 10.10 leemos que su cabeza fue colocada en el templo de Dagón.
31.11 – Los habitantes de Jabes de Galaad habían sido liberados de las amenazas de Nahas el amonita por la intervención de Saúl en su primera campaña militar como rey de Israel (1 Sam 11.1-11).
31.12 – Todo hombre valiente se levantó. En agradecimiento a Saúl por haber liberado la ciudad, los hombres de Jabes de Galaad arriesgaron sus vidas para rescatar los cuerpos de Saúl y sus hijos y darles la debida sepultura. Los quemaron. La cremación no era una práctica común entre los antiguos hebreos. La razón por la que optaron por ella puede haber sido el estado en que se encontraban los cuerpos (v. 9).
31.13 – Aunque los cuerpos de Saúl y sus hijos fueron quemados, los huesos fueron rescatados y enterrados. Más tarde, David exhumó los cuerpos de Saúl y Jonatán y los volvió a enterrar en Benjamín (2 Sam. 21:11-14). Ayunaron siete días. En el antiguo Israel, el ayuno era una forma de expresar el dolor y el luto. Con ese ayuno, los hombres de Jabes mostraron su respeto por el primer rey de Israel.
Devocional:
Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa. (1 Samuel 31:1)
La derrota de Saúl fue un desastre para él y su pueblo. Cuando los filisteos encontraron su cuerpo al día siguiente, lo decapitaron y lo colgaron en el muro de Bet Shean, una de sus fortalezas en el centro del país que los jueces no habían conquistado. Su cabeza y su armadura se exhibieron en uno de sus templos, dando crédito a sus dioses. El ejército de Saúl se dispersó, los habitantes de las ciudades vecinas huyeron y los filisteos ocuparon sus casas.
Era el colmo de la desgracia que un cuerpo quedara sin enterrar y expuesto a los buitres. El único aspecto positivo de este capítulo fue la valentía de los hombres de Jabes de Galaad. Habían sido rescatados por Saúl al principio de su reinado (1 Sam 11:1-11) y ahora arriesgaron sus vidas para rescatar su cuerpo y darle una sepultura digna en Jabes.
¿Qué lecciones podemos aprender del trágico final del hombre que había sido lleno del Espíritu Santo? Sugiero tres: (1) tener cuidado de no entristecer al Espíritu del Señor con nuestras acciones; (2) tener cuidado con los celos, que en el caso de Saúl dejaron desprotegidas las fronteras de su reino mientras perseguía a David, y (3) tener mucho cuidado de no desobedecer ninguna instrucción explícita de Dios.
Oración:
Señor, protégeme y líbrame de todo mal y guíame siempre para no fallarte ni alejarme de Tus caminos, pues mi mayor deseo es servirte cada día con fidelidad, rindiendo los frutos que esperas que dé para Tu Reino.
