Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de 1 Reyes 7. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El significado de 1 Reyes 7 se refiere a la construcción de otros edificios. Después de terminar el templo, Salomón pasó a la siguiente parte de su programa de construcción.
Resúmen de versículos
1 Reyes 7
7.1,2 – El deseo de Salomón de completar la casa del Señor antes de construir la suya propia es admirable.
Casa del bosque del Líbano. Las hileras de pilares de cedro, además del uso abundante de cedro en todo el edificio, dieron a la casa su aspecto silvestre. Al parecer, el edificio se utilizó, al menos en parte, para guardar su arsenal (1 Re 10.16,17; Isa 22.8).
7.3-7 – El pórtico con columnas era un rollo de entrada con columnas que conducía al pórtico del juicio. Aquí el rey podía conocer y juzgar los casos cuya dificultad quedaba fuera de la jurisdicción de las autoridades de menor rango.
7.8 – Casa en la que vivía. La casa de Salomón, así como la de la hija del Faraón, se mencionan aquí. La puerta entre el patio del palacio y la zona del templo se llama puerta de la guardia (2 Re 11,19).
7.9-11 – Piedras de gran valor. Auténticos bloques de piedra caliza de la mejor calidad.
7.12 – La muralla rodeaba todo el templo más el patio del palacio [nvi] .
7.13,14 – Hiram era de parentesco mixto. Su padre era un artesano fenicio que se había casado con una viuda de la tribu de Neftalí (2 Cr 2.14). Al igual que su padre, Hiram se convirtió en un artesano profesional; contribuyó en gran medida a las obras del templo (1 R. 7.40-47).
7.15-22 – Entre las mayores obras de Hiram estaban las columnas de cobre de la entrada del templo (las que no soportaban nada). Eran objetos de gran belleza, que daban una apariencia de fuerza formidable al lugar. Estas columnas hablaban del poder y la fuerza de Dios.
7.15,16 – Así que estas columnas tenían ocho metros y diez centímetros de altura y cinco metros y cuarenta centímetros de circunferencia. Cada capitel tenía dos metros veinticinco centímetros de altura [nvi]. Probablemente, se han montado a horcajadas, como estructuras bellamente ornamentadas.
7:17-22 – Jachin y Boaz. El hecho de dar nombres simbólicos a los pilares ayudó a enseñar su significado en el verdadero culto al Dios vivo. Jachin significa «Él establecerá». Otra posible interpretación es que en Él hay fuerza o que es rápido. Estas dos columnas que no sostenían nada estaban colocadas delante del templo, en la entrada (2 Cr. 3:17). Hay una duda sobre la altura de los capiteles. El versículo 16 lo describe como de dos metros y veinticinco centímetros de altura (Jer 52.22), pero 2 Reyes 25.17 dice que tiene ocho metros y diez centímetros de altura [nvi] . Esta aparente discrepancia puede deberse simplemente a una diferencia en lo que se midió exactamente, ya que 2 Reyes 25.17 sólo muestra el tamaño de la parte superior de los capiteles.
7.23-26 – Moldeado en una sola pieza y colocado sobre los 12 bueyes de cobre, el mar de fundición de cobre sustituyó a la fuente del tabernáculo (Ex 30.17-21). Mientras que la cantidad de agua que podía contener el mar se da aquí como dos mil tinas (unos 11.500 galones), tres mil tinas (17.500 galones) es el número que aparece en 2 Crónicas 4.5. El número dado en 2 Crónicas podría ser erróneo, ya que en el verso anterior el número tres aparece cuatro veces, o podría ser un ejemplo de cómo la norma para medir el codo podría ser utilizada de manera diferente.
7.27-38 – Cada una de las diez bases contenía una fuente de cobre (v. 38). Estaban junto al mar fundido, cinco a cada lado, y se utilizaban para limpiar los holocaustos (2 Cr. 4:6). Estas bases, además de su uso práctico, también servían para adornar el lugar. El punto de vista bíblico, presentado aquí en el mobiliario artísticamente elaborado del templo, parece distinguirse de la idea común de la que se habla con desprecio cuando se trata del arte y la arquitectura que debe tener un lugar de culto, que sostiene que, según el tipo de arte empleado en él, puede haber distracción en el culto. Hay que convenir que nuestro Dios es un Dios de gran belleza, por lo tanto, los objetos de arte dedicados a su gloria pueden, sí, ser utilizados en asociación con su culto. Sin embargo, ningún objeto hecho por manos humanas podría representar verdaderamente su inexpresable amor.
7.39-48 – El mobiliario del templo se elaboró de forma similar al del Tabernáculo. El altar de oro sustituyó al altar del incienso (Ex. 30:1-4), diez mesas de oro (2 Cr. 4:8) sustituyeron a la mesa del pan de la proposición (Ex. 25:23-30), y diez candelabros fueron sustituidos por un solo candelabro (Ex. 25:31-40). Aunque había diez mesas y candelabros donde antes sólo había uno, sus funciones seguían siendo las mismas, considerándose los diez como una sola unidad (2 Cr. 29.18).
7.49-51 – Los regalos de David dedicados al culto en el templo probablemente se almacenaban en una de las cámaras laterales. El ejemplo personal de David de dar (1 Crón. 29:1-9) proporciona un gran modelo de celo en el liderazgo espiritual.
Devocional:
Hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra. (1 Reyes 7:14)
En el reinado de Salomón se construyeron grandes y suntuosos edificios. Sus palacios y la famosa arquitectura fenicia de los edificios declaraban por sí mismos el poder de la nación en la escena mundial. Definitivamente, Salomón no escatimó esfuerzos ni capital con el fin de construir un gran imperio. Pero también sabía que cuanto más grande era la nación, mayores eran las responsabilidades, y se construyó un lugar específico para juzgar al pueblo.
Para hacer todas las piezas de bronce pulido, Salomón mandó llamar a Hiram, hijo de una mujer israelita de la tribu de Neftalí con un hombre de Tiro. La Biblia destaca tres cualidades en este artesano: «lleno de sabiduría, de entendimiento y de conocimiento para hacer toda clase de trabajos en bronce» (v. 14). Ciertamente fue un hombre utilizado por Dios para la realización de su obra. Y para que el Señor nos llene, ¿cómo tenemos que ser? Vacío, ¿verdad? Necesitamos vaciarnos de nosotros mismos, para que Dios pueda llenarnos de su Espíritu.
La riqueza de detalles de los objetos realizados por Hiram es impresionante. Cuando Dios da un regalo a los que aceptan humildemente recibirlo, resulta en «tesoros en la casa del Señor» (v.51). Porque «la manifestación del Espíritu se da a cada uno con vistas a un fin útil» (1Cor 12,7). El Espíritu Santo no da el don que nosotros elegimos, sino que nos elige para el don que dará resultados para la gloria de Dios. Esta es la actitud constante que debemos tener ante los dones que el Señor nos da: «Pero ahora, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú nuestro alfarero; y todos somos obra de tus manos» (Is.64:8). Como arcilla en las manos del Alfarero, nuestra vida debe ser utilizada como una «fábrica» de tesoros para el Señor.
El templo tardó siete años en completarse. Los palacios tardaron trece años en completarse. Mientras vivimos, este es el tiempo que Dios tiene para hacer su obra en nosotros. Dejemos que el Alfarero nos moldee y nos llene de su Espíritu, para que nos convirtamos en «piedras de valor» (v. 10), pulidas por dentro y por fuera, preparadas para comparecer ante la sala del trono de la Majestad del Cielo, habiendo sido justificadas por la fe en Cristo Jesús. Hoy en día, nuestra mayor necesidad no son los edificios bonitos. Nuestra mayor necesidad es un avivamiento de la verdadera piedad, y la mayor necesidad del mundo es ser alcanzado por este avivamiento. Comienza esta obra para mostrar sus resultados en nuestras vidas y en nuestros hogares, y ni siquiera los edificios más grandes del mundo podrán superar el brillo de la iglesia del Dios vivo. ¡Vigilemos y oremos!
Buenos días, ¡piedras de valor!
Oración:
Señor, moldea mi vida y transfórmame en instrumento de Tu honra y gloria, que pueda expresar y demostrar a todos aquellos a mi alrededor, como Tu presencia puede transformar corazones y lograr imposibles.
