Dios Quiere Darte Fuerzas

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy y también las referencias cruzadas del mismo para una mayor profundización en la Palabra del devocional diario)

Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. (Proverbios 8:35)

El mundo no ofrece mucha esperanza, pero Dios sí. Mucho antes de que fuera rey, David se desvió de la voluntad de Dios. Para estar más allá del alcance de Saúl, buscó refugio entre los filisteos, y cuando regresó a las cenizas de su ciudad, Siclag, estaba totalmente angustiado. Pero David “se fortaleció en Jehová” (1 S 30.6). Aunque la Biblia no lo especifica, creo que experimentó un proceso espiritual de cinco pasos.

Primero, se arrepintió. El arrepentimiento es un cambio de parecer que resulta en un cambio de conducta. Al reconocer su error, David escogió una nueva dirección. Segundo, recordó la fidelidad de Dios en momentos difíciles del pasado. Tercero, reflexionó en el poder del Señor. Estaba emocional, física y espiritualmente agotado, pero había estado agotado antes y sabía que el poder de Dios era suficiente para él.

Cuarto, David recordó las promesas de Dios. Sus salmos revelan que él valoraba la certeza de la protección, la paz y la ayuda del Señor en sus dificultades. Quinto, resolvió confiar en Dios, en vez de entregarse a la desesperación que amenazaba con aplastarlo. En respuesta a la fe de David, Dios le dio la fortaleza que necesitaba desesperadamente.

Si usted se rinde a Dios en sus momentos de desesperación, Él le dará lo que necesite, como lo hizo con David. El Señor quiere dar fuerzas a sus hijos, para que puedan sostenerse bajo el peso de las circunstancias difíciles. Por tanto, sométase a Él; en algún momento, usted echará una mirada al pasado y, sin duda, recordará aquel día como el comienzo de un nuevo crecimiento en su fe.

Oración diaria: Señor, viviré con esperanza y confiado, pues sé que Tú me amas y creo en la promesa de que después de la tormenta vendrá el arcoíris y aunque algún día el cielo se torne gris, siempre podré ver la belleza de tu amor.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Proverbios 8:

Hasta ahora en el libro de Proverbios, Salomón ha hablado de las virtudes de la sabiduría y de la necesidad de adquirirla y vivir de acuerdo con ella. También ha advertido sobre los peligros de rechazar la sabiduría. El capítulo 7 terminó con la descripción de una mujer promiscua que seduce a un joven insensato. Ahora, en el capítulo 8, deja hablar a la sabiduría, una vez más personificada como mujer. Salomón a partir de su discurso nos describe que La Sabiduría y el Entendimiento tienen voz, no son sólo una idea abstracta, son la persona divina. Son una expresión elocuente del propio Jesucristo. La sabiduría no susurra su verdad ni se esconde en los callejones, grita alto para que todos la oigan, los que cierran sus oídos a la sabiduría eligen el camino de la perdición. Que la sabiduría necesita ser escuchada y obedecida es la lección principal de Proverbios 8, complementada con la descripción de su existencia antes de la creación como muestra de la perfección del Señor y como don de vida a todos los que la encuentran. Esta analogía continúa en el capítulo 9.

Referencias cruzadas Proverbios 8:35:

Juan 17:3 – Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Proverbios 1:33 – Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Juan 14:6 – Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Colosenses 3:3 – Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Proverbios 4:22 – Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.

Juan 3:36 – El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Proverbios 12:2 – El bueno alcanzará favor de Jehová; Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.

Filipenses 3:8 – Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,