«Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas» (Salmos 25:4-6)
Señor, fortalece en mi el don de la obediencia, para seguir con determinación las sendas de Tu palabra. Guiame a continuar haciendo sólida, mi fe en Tu poder y grandeza, que me libra de toda carga y obstaculo y me dirige a los lugares donde debo llegar, conforme a Tu maravillosa voluntad. Amén.