(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
«No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4)
La Palabra de Dios es alimento para el espíritu, así como el pan lo es para el cuerpo físico. Cuando el cuerpo se alimenta, libera una fuerza física a la que llamamos fortaleza. Cuando el espíritu se nutre del alimento espiritual de la Palabra, produce una fuerza espiritual a la que llamamos fe.
Trata de hacer esto: cierra los ojos y obsérvate cortando un limón. Ahora pon esa rodaja de limón entre tus dientes y cuando yo diga Tres, muérdela tan duro que el jugo salpique en tu boca. Uno. Dos. Tres. ¡Muerde!
Es posible que tengas un recuerdo tan vívido de lo que es morder un limón, al punto que ahora mismo se te haga agua la boca. Pero déjame preguntarte algo: ¿te nutriste de ese recuerdo? No.
Recordar la Palabra de Dios no es suficiente. Debes alimentarte constantemente de lo que dice. Ábrela y léela. Ve a la iglesia y pon atención a la predicación de la Palabra.
Un día leerás un versículo familiar, un versículo que ya has leído miles de veces, y de pronto Dios te dará la revelación más grande que hayas tenido: una revelación completamente nueva de ese versículo. Es probable que sea exactamente lo que necesitas saber acerca de tu situación actual.
Sí, puedes alimentarte de la Palabra que está depositada en tu espíritu. Pero recuerda esto: no puedes obtener resultados continuos si no pasas tiempo en oración y en la Palabra de Dios para que el Espíritu te nutra diariamente.
No trates de vivir del recuerdo de tu última comida espiritual. Repón la fuerza de la fe dentro de ti. Disfruta hoy de un banquete con la Palabra de Dios.
Palabra diaria: Señor, permiteme hacer de tu Palabra un camino para mi vida. Que pueda encontrate, fortalecerme y conducirme por su sendas, siempre apoyado en ella.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo – Mateo 4:
En Mateo 4, vemos que después del bautismo, el Espíritu Santo llevó a Jesucristo al desierto para ser tentado por el Diablo. El objetivo era que Jesús venciera las artimañas utilizadas por él, contra los seres humanos.
Ataca la necesidad del cuerpo, con hambre. La necesidad de poder, dirigiendo a Jesús a saltar del templo. Por último, la codicia al ofrecer a Jesús las riquezas del mundo a cambio de la adoración.
Dondequiera que vaya Jesús, la luz brilla. Los que estaban perdidos son iluminados. Los que ya no tienen esperanza vuelven a soñar. La persona de Cristo es fantástica.
Mientras enseña en Galilea, elige a sus primeros apóstoles. Personas sencillas con vidas ordinarias están llamadas a cambiar el mundo en compañía de Jesús.
Dondequiera que vaya el Señor Jesús le siguen los milagros más extraordinarios. Su revolucionaria enseñanza enciende a las multitudes de Galilea para que cambien sus vidas y vuelvan a tener esperanza en Dios.
Mas Palabra Edificada/Poder de Dios:
«Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder» Deuteronomio 4:37
«Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.» Salmos 29:11
«Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su poder.» Salmos 106:8
«Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.» Salmos 147:5
«Porque dijo: Con el poder de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente; quité los territorios de los pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé como valientes a los que estaban sentados» Isaías 10:13
«Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra.» Exodo 9:16
«Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder» Salmos 62:11
«Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre» Apocalipsis 1:5
«Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.» 1Juan 1:7
«¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?» Hebreos 9:14