Oración clamando por la luz del Señor.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. (Isaías 60:1)
Señor, hoy me invade la alegría por despertar un día más y saber que en el puedo tener la oportunidad de obrar para Tu Reino, para Tu honra y para Tu gloria. Hoy quiero agradecerte por la misericordia que encuentro en todas las bendiciones que pones en mi vida, en la protección de mi familia, en la dirección que me ofreces mediante Tu Palabra para tomar los pasos correctos que rindan el fruto que esperas de mí, sabiendo que no es un camino fácil y en el que puedo errar, pero en el que cuento por encima de todo con tu presencia poderosa, que aún en medio de mis errores, me da la oportunidad de corregirme y volver nuevamente a las sendas de Tu gloriosa voluntad.
Hoy pongo en tus manos este Día, Señor, y dejo en Tu voluntad y en tus propósitos todo aquello que deseo y que anhelo. Alumbra mi camino Padre, y que Tu luz radiante se derrame sobre mí para contar con la certeza de que Tu presencia me acompaña y de que Tu mano me sostiene y me cobija en todos los caminos, sin importar lo arduos o difíciles que sean, porque Tu Padre eres misericordioso y poderoso y mayor que cualquier dificultad.
Por favor, sé hoy y en todo momento nuestro amparo en tiempo de angustia, nuestra roca fuerte sobre la que sostenernos, nuestro refugio del enemigo, nuestra defensa de todas aquellas intenciones perniciosas que busquen derrumbarnos o alejarnos de Tus caminos de bien: las envidias, los malos sentimientos y malas intenciones, la maldad en general que es producto de la lejanía del hombre de Ti, y del egoísmo al que el mundo de hoy nos invita equivocadamente.
Y finalmente Señor, se nuestra fuerza en este día, para que cuando sintamos que tambaleamos o dudamos, encontremos en Ti las nuevas energías que necesitamos para seguir perseverando y luchando, en todos esos maravillosos propósitos que has preparado para cada uno de Tus hijos.
Todo ello Te lo pido Señor, En El Nombre de Jesús, Amén.