Palabra de Hoy: Gozo
Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. (Salmos 30:11)
Aun cuando enfrentemos circunstancias tremendas, Dios puede cambiar nuestro lamento en baile. Aunque la solución no siempre sea como deseamos o esperamos, podemos confiar en sus caminos (Salmo 30:1-3). No importa cuán angustiante sea nuestro sendero, tenemos innumerables razones para alabar al Señor (v. 4). Podemos alegrarnos porque Él afirma nuestra confianza (vv. 5-7). Clamar por su misericordia (vv. 8-10), y celebrar porque solo Dios puede cambiar el luto en alegría, por encima de las circunstancias (vv. 11-12).
A medida que el Dios misericordioso nos consuela en nuestra tristeza, nos da paz y nos capacita para ser compasivos con otros. Nuestro Señor fiel y amoroso puede cambiar nuestro lamento en adoración, y lo hace, y darnos un corazón que confía en Él y lo alaba.
Señor, por favor, abrázame fuerte mientras confío en que puedes cambiar mi lamento en adoración.