Versículo:
Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. (Salmos 106:1)
Comentario:
Esta es la intención del salmista al llamar al pueblo de Israel a alabar (magnificar) al Señor por todo lo que ha hecho y está haciendo por ellos.
Esta gratitud hace que el siervo reconozca lo mucho que puede hacer su Dios, y le atribuye la dirección de su vida.
¿Cuántos prefieren alabar al azar -suerte, mala suerte, destino y otros- todo lo que ocurre en su vida, y así no tienen contacto ni relación con Dios?
Aunque no le reconozcamos como conductor de nuestra dirección, Él sigue dispuesto a escucharnos, en cualquier momento, deseoso de ocupar ese lugar.
Créelo. ¡Nos está esperando!
Oración:
Señor, gracias por esperarme dispuesto y misericordioso a ayudarme y guiarme con Tu mano perfecta, aún en mi humana imperfección. Amén