(Lee al final el estudio un devocional de 2 Crónicas 12. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El sentido de 2 Crónicas 12 habla de la apostasía, el castigo y la muerte de Roboam. Así establecido el reino, Roboam se fortaleció y vivió en la complacencia de la carne.
Resúmen de versículos
2 Crónicas 12
12.1 – La ley. Es la palabra [del hebreo torah) utilizada habitualmente para referirse al pacto mosaico, los Diez Mandamientos.
12.2,3 – Egipto empezaba a recuperarse de un largo período de decadencia y quería restablecer el control sobre Palestina. Dios utilizó las ambiciones de los egipcios para disciplinar a Roboam por abandonar al Señor. Los libios procedían de Libia; los sucritas procedían de otras tribus del desierto, quizá del oeste de Libia, y los etíopes, a veces llamados cuxitas, eran guerreros originarios de las tierras del sur de Egipto.
12.4-8 – Para que los judíos comprendieran lo privilegiados que eran al servir a Dios, el Señor les permitiría convertirse en siervos de los egipcios. Sólo entonces volverían a apreciar la alegría de ser siervos de Dios.
12.9-11 – Los tesoros de la casa del rey que se llevaron los egipcios habían sido botines de guerra incautados por David y dedicados a Dios (1 Cr. 18.6-8; 22.14). Judá era ahora un estado vasallo de Egipto.
12.12,13 – La conducta del rey trajo consecuencias inevitables para la nación. Cuando un rey obedecía a Dios, el Señor bendecía a la nación, pero si se apartaba del Señor, sus súbditos sufrían. Ahora bien, cuando el rey se arrepentía y se humillaba ante Dios, el perdón y la restauración lo revestían tanto a él como a su reino.
12:14,15 – No preparó su corazón para buscar al Señor. Observa las diferencias entre David, Salomón, Roboam y Abías (cap. 13). David, hombre de Dios (2 Cr. 8.14), murió a edad avanzada con riquezas y honores. Salomón murió sabio, rico y poderoso. Pero Roboam hizo lo que era malo y, como resultado, libró guerras durante la mayor parte de su turbulento reinado. Abías siguió el ejemplo de Roboam de no honrar al Señor (2 Cr. 13:8-18).
12.16 – Abías. Al parecer, era el hijo mayor de Roboam (2 Cr. 11:20,22), que ya había sido designado rey por su padre. Ahora, asume el reino en solitario.
Devocional:
Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón. (2 Crónicas 11:17)
La fe de ningún ser humano debería tomarse vacaciones, sobre todo cuando parece más innecesaria. Generalmente, los momentos «buenos» parecen buenos momentos para tomarse vacaciones de la fe; pero ahí es donde está el peligro, ahí es cuando ataca el enemigo (vs. 1-4). La vida en paz parece una invitación a dejar de lado a Dios y Sus principios. Hasta que la próxima crisis nos recuerde a Él. Nunca hay que tomarse vacaciones de la fe, ni de los principios bíblicos, ni de Dios, esto es un engaño y muy arriesgado. Ya he presenciado algunos casos de personas que cuando viajaban de vacaciones con sus familias, relajándose de las prisas y el estrés de la vida cotidiana, actuaban de la misma manera con su vida espiritual. Es un error no participar en la iglesia, no llevarse la Biblia o libros religiosos de vacaciones. Es un error dejar de rezar, adorar a Dios y rendirle culto en los momentos de descanso, ocio y viaje. Quien se toma vacaciones de Dios abre una brecha para el enemigo, que amenaza en algún momento la seguridad de la familia, del trabajo o incluso de la fe. He visto a pastores irse de vacaciones e incluso tomarse vacaciones de Dios; si tomarse vacaciones de la fe ya es catastrófico para un miembro de la iglesia, cuánto más para un dirigente: el rey Roboam abandonó la Ley del Señor y todo el pueblo le siguió. ¡Qué tragedia! Evita muchas tragedias, ¡nunca abandones la Ley del Señor! ¡La vida es mucho mejor al lado de Dios!
Todas y cada una de las tentaciones se basan en la intención de llevar a la gente a vivir separada e independiente de Dios. De este modo, el pecado sólo aparece cuando el individuo se aleja de Dios. Cuando el pueblo de Dios se apartó de Él y de Sus principios, la nación quedó desprotegida, y el rey Sisac de Egipto conquistó las ciudades fortificadas de Judá y atacó Jerusalén (vs. 1-4). El rey Roboam y el pueblo se acordaron entonces de Dios, se arrepintieron, se humillaron, confesaron sus pecados y se volvieron a Él. Entonces Dios perdonó a Jerusalén, permitiendo que Sisac sólo se llevara los tesoros del palacio (vs. 5-12). Este texto revela claramente que Dios tiene el control de todo, incluso cuando retira Su protección. Esto no significa que Dios sea responsable de las guerras, los problemas y las tragedias que ocurren en la Tierra. La responsabilidad es de quien se aparta de Dios. No porque Dios nos haya dado libre albedrío se hace culpable del mal en el mundo; aunque Él tiene el control de todas las cosas, nos ha dejado libre albedrío; y seremos juzgados según lo responsable o irresponsablemente que lo manejemos. Dios no es autoritario y nosotros no somos robots o marionetas en Sus manos para que Él ejerza el control sobre todo. Pero Él sigue teniendo el control. Estudia detenidamente y con tiempo II Crónicas 12 y comprenderás mejor lo que intento decirte. ¡Hay sabiduría en cada página de la Santa Biblia!
Los que dejan de madurar y avanzar en la vida espiritual retroceden hasta que mueren (vs. 13-16). Roboam actuó bien durante tres años y luego volvió a hacer el mal. Siempre pregunto:
¿por qué le abandonaría alguien que ha experimentado las bendiciones de Dios?
¿por qué las personas que han experimentado el placer del compromiso con Dios y Su voluntad se apartan dejándose a si mismas perdidas?
¿cómo puede caer en desgracia alguien que ha vivido en gracia?
¿cuál es la razón por la que alguien que antes corría hacia Dios ahora huye de Él?
Sinceramente, ¡no puedo entenderlo! Me gustaría ayudar a esas personas, pero la mayoría de las veces siempre las encuentro decididas a alejarse de Dios. Quizá nunca han estado cerca o son realmente desagradecidos ante tantas bendiciones recibidas del Señor. Sé que Dios quiere salvarlos, pero no todos se salvarán porque Dios no obliga a nadie; sin embargo, ¡éste puede ser el camino hacia la destrucción! Así que hagamos lo que hay que hacer ahora: ¡rendir nuesra voluntad a Dios!
Oración:
Señor, Te entrego todo lo que soy, para que de Tu voluntad me transformes en aquella persona que rinda el mayor fruto para Tu gloria. Que se haga siempre Tu propósito y voluntad en mi vida, Señor. En el Nombre de Jesús, Amén.