Cuando atravesemos los caminos escarpados y oscuros de la vida, recordemos las promesas del cuidado, amor y guía de Dios, en cualquier circunstancia. De su mano, sólo obtendremos vencer:
El Señor no dejará padecer hambre al justo;
Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
Proverbios 10:3
Confía en El Señor, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra,
y te apacentarás de la verdad.
Salmo 37:3
Mejor es lo poco del justo,
que las riquezas de muchos pecadores.
Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es el Señor.
Salmo 37:16-17
El Señor conoce los días de los justos,
y la heredad de ellos será para siempre.
No serán avergonzados en el mal tiempo,
y en los días de hambre serán saciados.
Salmo 37:18-19
Joven fui, y he envejecido,
y no he visto justo desamparado,
ni su descendencia que mendigue pan.
Salmo 37:25
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19
Deléitate asimismo en el Señor,
y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda al Señor tu camino,
y confía en él; y él hará.
Salmo 37:4-5