(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:35)
Una multitud rodeó a Jesús. El día anterior, querían proclamarlo rey porque les había provisto de comida. Pero Él se había retirado a un lugar solitario en las montañas, ya que nadie tenía el derecho de conferirle tal lugar. Además, los motivos de esas personas eran dudosos: lo que realmente querían era la comida diaria. Entonces les dijo: «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece», y añadió que debían creer en Aquel a quien el Padre había enviado (Juan 6:27-29).
La intención de la multitud también era ver más milagros. Entonces Jesús también tuvo una respuesta para ellos y declaró, «Yo soy el pan de vida», y les mostró que podía satisfacer sus necesidades espirituales para siempre.
La humanidad tiene necesidades tanto materiales como espirituales. Sin embargo, mientras las personas vivan sus vidas sin una relación real con Dios, no estarán «vivas» en el verdadero sentido de la palabra. Algo faltará internamente; y es que hay una sed que nada en el mundo puede saciar.
Quienquiera que se acerque al Señor y se entregue a Él obtiene la respuesta a todo tipo de necesidades y preguntas. Todo lo que Dios ha dicho y hecho es la luz que promueve y aumenta la comprensión del creyente. Toda su perfección moral se convierte en alimento espiritual para los que le aman. Y el que lo ama no volverá a tener hambre ni sed nunca más.
Oración diaria: Señor, sacia la sed de mi espíritu con las maravillosas verdades que encontramos en Tus Santas Escrituras. Sacia mi hambre de fe, dándome un corazón agradecido por las bendiciones que día a día pones en mi vida y por la misericordia que me otorgas, aún cuando siendo imperfecto, no me abandonas y me libras siempre, de todo mal.
Resumen de Capítulo – Juan 6:
En este capítulo 6 de Juan tenemos: I. El milagro de los panes, vv. 1-14. II. Cristo caminando sobre las aguas, vv. 15-21. III. La multitud le sigue hasta Capernaum, vv. 22-25. IV. Su conversación con ellos, ocasionada por el milagro de los panes, en la que los reprende por buscar alimento carnal, y los dirige hacia el alimento espiritual (vv. 26,27), mostrándoles cómo deben trabajar para obtener el alimento espiritual (vv. 28,29), y qué es este alimento espiritual, vv. 30-59. V. El descontento de la gente con lo que decía, y la reprimenda que les dio por ello, vv. 60-65. VI. La apostasía de muchos, abandonándole, y sus palabras a los discípulos que permanecían con Él en ese momento, vv. 66-71.
Comentario Bìblico – Juan 6:35:
El ejercicio constante de la fe en Cristo es la parte más importante y difícil de la obediencia exigida de nosotros, en cuanto a pecadores que buscan salvación. Cuando somos capacitados por su gracia para llevar una vida de fe en el Hijo de Dios, siguen los temperamentos santos y pueden hacerse servicios aceptables. Dios, su propio Padre, que dio ese alimento del cielo a sus antepasados para sustentar su vida natural, ahora les dio el Pan verdadero para la salvación de sus almas. Ir a Jesús y creer en Él significa lo mismo. Cristo muestra que Él es el Pan verdadero; es para el alma lo que el pan es para el cuerpo, nutre y sustenta la vida espiritual. Es el Pan de Dios. El pan que da el Padre, es el que ha hecho para alimento de nuestras almas. El pan nutre sólo por los poderes del cuerpo vivo, pero Cristo mismo es el Pan vivo y nutre por su propio poder. La doctrina de Cristo crucificado es ahora tan fortalecedora y consoladora para el creyente como siempre lo ha sido. -Él es el Pan que vino del cielo. Denota la divinidad de la persona de Cristo y su autoridad; además, el origen divino de todo lo bueno que nos viene por medio de Él. Digamos, con inteligencia y fervor, Señor, danos siempre este Pan.
Más Palabra Edificada / Provisión de Dios:
«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» Filipenses 4:19
«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?» Mateo 6:26
«Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré» Hebreos 13:5
«Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra» 2 Corintios 9:8
» Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.» 2 Corintios 9:10-11
» Jehová es mi pastor; nada me faltará.» Salmos 23:1
«El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.» Mateo 6:11
«Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.» Mateo 6:32