(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez. (Jonás 2:1)
Después de que la tripulación arrojara a Jonás por la borda en medio de una tormenta, Dios envió una embarcación hecha a medida para Jonás. En otras palabras, trajo un pez muy grande para que se tragara al profeta pródigo.
¿Hizo esto Dios porque odiaba a Jonás? No. ¿Estaba enfadado con Jonás? De nuevo, no. Dios lo hizo porque amaba a Jonás y quería llamar su atención. Quería atraerlo hacia Sí.
Jonás sabía lo que era justo, pero huía de ello. Mientras estaba dentro del pez, clamó al Señor. Sorprendentemente, esto ocurrió cuando ya llevaba allí tres días y tres noches.
Me lo imagino allí sentado, envuelto en algas, con los peces dándole bofetadas en la cara, oliendo quién sabe a qué, con los jugos gástricos de los peces burbujeando.
Finalmente recobró el sentido y clamó al Señor. Esto nos recuerda que podemos orar en cualquier lugar y en cualquier momento. Podemos orar arrodillados. Podemos orar de pie o sentados. Y podemos orar con los ojos abiertos o cerrados.
Dios oirá tu oración en el océano y oirá tu oración cuando estés paseando, o reflexionando en casa. Dios oirá tu oración estés donde estés.
Efesios 6:18 nos dice: «Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu» Incluso cuando las cosas van mal, Dios es bueno. Entonces podemos alabarle por ello. Eso es lo que hizo Jonás. Y, por cierto, creo que fue en ese punto donde experimentó un avivamiento personal.
Quizá te sientas atrapado en varios problemas en este momento. No ves salida a tus circunstancias. Quiero que sepas esto: tu situación no es imposible. Dios puede entrar en tu vida y cambiar toda tu historia.
La ayuda de Nuestro Padre Celestial, estará siempre a una oración de distancia. Ora en todo tiempo, pues Tu Padre, esta ansioso de escucharte.
Oración diaria: Señor, gracias porque Tus oídos están prestos a escuchar el anhelo de Tus hijos en todo tiempo, y sin importar lo difícil de la circunstancia. En los momentos de prueba, Padre, en los que me traicione la duda y equivocadamente piense que no has escuchado mis súplicas, fortalece mi fe para poner mi esperanza en la grandiosa promesa de que respondes y Te preocupas por las peticiones de todo aquel que con corazón abierto y en humildad, viene a Ti, a pedir Tu ayuda, Tu guía, Tu dirección. Gracias Señor, pues tengo la confianza firme de que siempre me responderas. En El Nombre de Jesús, Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo: Jonás 2
En el capítulo 2, Jonás clamó al Señor desde el vientre del gran pez. Reconoció su condición desesperada y su estado de necesidad, y su deseo de volver de nuevo a los caminos de Dios. Sabía que sólo el Señor le había salvado, y mediante su salvación había demostrado Su soberanía al hacer que el pez vomitara a Jonás hasta tierra seca. La enseñanza principal de Jonás 2 es que ningún lugar está fuera de la presencia del Señor, y Él siempre escucha las oraciones de Sus hijos.
Referencias Cruzadas, Jonás 2:1
Salmos 130:1-2 – De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica.
Salmos 91:15 – Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
Hechos 16:24-25 – El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Oseas 5:15-6:3 – Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán. Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él. Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.