Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. (Mateo 7:8)
Palabra Diaria: Hoy confío en que Dios puede reparar cualquier desperfecto presente en mi vida.
Cuando estudiaba en la universidad, solía dar clases de guitarra a niños de todas las edades, en la escuela de música de mi vecino. Recuerdo que ante cada problema de sus instrumentos venían a mí con la confianza de que yo podía reparar cualquier desperfecto. Estaban convencidos de que tenía la capacidad, como su maestro, de corregir cualquier falla y que a su vez podían obtener de mí lo que esperaban.
Cuando caminamos por fe, pienso que debemos llegar al punto de presentar ante Dios nuestros problemas, de la misma manera como lo hacían los pequeños alumnos, con la total confianza de que sólo Él puede componer, todo aquello que se encuentre roto en nuestras vidas. No es una tarea fácil, porque si hay algo que requiere de nosotros una maduración espiritual y crecimiento en carácter, es la capacidad de fortalecer nuestra confianza en El Señor, apoyados siempre en sus escrituras.
No dejes de pedir, buscar y golpear llevando adelante tu fe en El Señor. Las respuestas algunas veces temprano, algunas veces más tarde, pero en sus tiempos que son perfectos llegarán.