Contenido
(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre. Selah. (Salmos 66:3-4)
Las huellas del Señor pueden detectarse a lo largo de la historia. A veces, su actividad es dramáticamente evidente, como cuando separó las aguas del mar Rojo, pero en otras ocasiones ella nos resulta imperceptible. Sin embargo, hay bendiciones para quienes desarrollan el discernimiento espiritual para ver lo que Dios está haciendo.
Las ideas preconcebidas acerca de cómo trabaja el Señor, pueden impedirnos percibir su obra. Cuando Él responde nuestras oraciones, nos regocijamos y reconocemos fácilmente su intervención en favor nuestro. Pero, ¿qué pasa cuando no nos da lo que pedimos? Con demasiada frecuencia llegamos a la conclusión de que Él no está haciendo nada. El salmista reconoció que el Señor obra de varias maneras, a veces dando una gran liberación (vv. 5, 6) y, otras, por medio de situaciones dolorosas (vv. 10–12).
Otro problema que puede impedir que veamos la mano de Dios en nuestras vidas, es la falta de atención. Las exigencias de un estilo de vida agitado claman por nuestro tiempo y concentración, dejando poco espacio para momentos de quietud en su presencia. Sin períodos de meditación y oración, nuestros sentidos espirituales se embotan. Pero quienes leen la Biblia con regularidad aprenderán a reconocer la actividad de Dios en sus vidas, porque Él actúa siempre de acuerdo con su Palabra.
Los ojos enfocados en el Señor se abren a una nueva perspectiva. Su fe crecerá al comenzar a discernir la actividad de Dios en su vida. El gozo y la emoción de ver su participación en las cosas grandes y pequeñas, le motivará a alabarle y darle gracias, incluso en los momentos difíciles.
Oración:
Señor, permíteme prestar la suficiente atención para notar las magníficas formas en las que obras en mi vida y para ser aún más agradecido por todas las bendiciones que en Tu inmensa misericordia me brindas todos los días. Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Salmos 66:
Tanto desde la perspectiva nacional como desde la personal, los grandes hechos de Dios son motivo de adoración. El autor del Salmo 66 llama a todos a considerar las obras de Dios y a ofrecerle una merecida alabanza.
El título no identifica al autor, ni la circunstancia de la composición de este himno. Por los ejemplos citados, se sitúa claramente después de la llegada de los israelitas a la tierra prometida. Es posible que las pruebas mencionadas sean la esclavitud en Egipto o el cautiverio en Babilonia. En ambos casos, Dios dejó que el pueblo sufriera antes de llevarlos a «un lugar espacioso» donde harían sacrificios en la casa del Señor (versículos 12 a 15).
El Salmo 66 es un salmo de gratitud a Dios por su liberación. El salmista pasó por dificultades, pero Dios lo libró. El Salmo 66 nos muestra la importancia de confiar en Dios y ser agradecidos por las bendiciones.
Referencias cruzadas por término – Salmos 66:3-4:
Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos:
Salmos 65:5 – Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines del mar.
Salmos 47:2 – Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra.
Salmos 68:30 – Reprime la reunión de gentes armadas, La multitud de toros con los becerros de los pueblos, Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.
Salmos 22:28-29 – Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones. Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo, Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos:
Salmos 117:1 – Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle.
Apocalipsis 15:4 – ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.
Salmos 67:2-3 – Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvación. Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben.
Salmos 96:1-2 – Cantad a Jehová cántico nuevo; Cantad a Jehová, toda la tierra. Cantad a Jehová, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación.