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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)
¿Se ha sentido alguna vez como si no estuviera a la altura de una tarea que Dios puso delante de usted? En ocasiones, todos luchamos con esos sentimientos. Los problemas pueden generarse cuando usamos la incompetencia como un manto para protegernos de hacer el trabajo del Señor. En ciertos casos, tratamos de convencernos de que una tarea es demasiado grande o de que Dios espera demasiado. Cuando eso ocurre, podemos caer en la tentación de alejarnos de las grandes oportunidades que Dios nos da, y desaprovechar lo que podría ser una de sus maravillosas bendiciones para nosotros.
El sentimiento de incompetencia surge del temor, del miedo a fracasar y a no satisfacer las expectativas de las personas. No importa lo poco calificados que nos sintamos, el temor no es una excusa aceptable para evitar la responsabilidad. La verdad es que, aunque un cristiano no se sienta competente para cumplir algunas de las tareas maravillosas que Dios le pide que haga, ¡el Espíritu Santo es más que competente! Como creyentes, no tenemos que tener cualificaciones o habilidades perfectas; solo tenemos que estar dispuestos.
¿Qué ha rehusado usted hacer para el Señor? 2 Timoteo 1:7 nos dice que Dios nos ha dado espíritu de poder, no de cobardía. Todo lo que debemos hacer es actuar con fe; la presencia y el poder del Espíritu Santo estarán allí para ayudarnos.
Oración diaria: Señor, concédeme el valor para sobreponerme al miedo y la angustia que encuentro en las cosas que se escapan de mi control. Fortalece mi fe para confiar en que ellas están bajo Tu cuidado, de forma que pueda continuar en el camino de abundancia y vida, que tienes planeado para aquellos que Te buscan y Te siguen. Amén
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo 2 Timoteo 1:
En 2 Timoteo 1, Pablo expresará una gran alegría por la vida de su hijo en la fe: Timoteo. Pondrá de relieve la fe consecuente del joven y cómo debe perseverar en el servicio a Cristo, sin vacilar.
Nos mostrará cómo el Espíritu nos guía en la victoria, el triunfo y la energía para proclamar el Evangelio, para dar tal ejemplo a Timoteo de forma que siga dicha línea. Aunque Pablo reconoce que se enfrentará a muchas luchas, el apóstol mostrará a Timoteo cómo se siente honrado de anunciar el Evangelio y lo invitará a hacer lo mismo.
Referencias cruzadas por términos:
2 Timoteo 1:7
Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
Deuteronomio 31:8
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josué 1:9
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
2 Corintios 1:3-4
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
1 Corintios 16:13
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón.
Salmo 31:24
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmo 23:4
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan 14:27
Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
Deuteronomio 31:6
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
Salmo 27:14
Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!
Marcos 6:49-50