(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. (Génesis 1:26)
Cuando Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen», esta imagen se refiere a la semejanza del carácter. Quería decir que íbamos a asumir Su naturaleza, Su carácter, como se refleja en Su Hijo Jesús. En Colosenses 1:15, Pablo nos dice que Jesús es «la semejanza exacta del Dios invisible [la representación visible de lo invisible]; Él es el Primogénito de toda la creación». Como creyentes, debemos ser transformados a su imagen y semejanza.
Nuestra meta más grande es ser usados por Dios para influir en posiciones de liderazgo, en semejanza a Cristo; enfrentando las situaciones y a las personas como lo haría Jesús. Ese es nuestro objetivo. Jesús es nuestro ejemplo.
En Juan 13:15 Él dijo a sus discípulos, después de lavarles los pies como un siervo: «Porque les he dado esto, por ejemplo, para que hagan [a su vez] lo que yo les he hecho». La vocación, la suprema vocación de todo creyente, es ser transformado a la imagen de Jesucristo.
Dios seguirá trabajando en ti en cada etapa de Tu vida, hasta que llegues al lugar que Dios ha preparado para ti, para que manifiestes el mismo tipo de fruto del Espíritu que Cristo manifestó.
Señor, conforme nos has creado a tu imagen, imploramos la gracia de reflejar tu carácter en cada aspecto de nuestras vidas. Ayúdanos a seguir el ejemplo de Jesús, sirviendo y amando a los demás con humildad y compasión. Que, al enfrentar cada situación, nuestras acciones y palabras revelen tu amor y verdad. Guíanos en nuestra transformación diaria hacia la semejanza de Cristo, para que, en todo liderazgo y servicio, manifestemos el fruto de tu Espíritu.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Génesis 1:
Génesis 1, el primer capítulo de la Biblia, narra la creación del mundo por Dios en el marco de seis días, culminando con el descanso divino en el séptimo día, estableciendo así el patrón del Sabbat. En un acto de poder y orden, Dios convoca a la existencia la luz, el firmamento, la tierra seca, la vegetación, los astros, la vida marina y terrestre, y finalmente, el ser humano a su imagen y semejanza, otorgándoles dominio sobre la creación.
Este relato destaca la intencionalidad, la bondad y el orden en la creación divina, cada día complementando al anterior hacia un clímax de vida y habitabilidad. El énfasis en la creación del ser humano refleja un punto central: somos creados a imagen de Dios, con capacidad de relación, moralidad y dominio responsable sobre la naturaleza.
Génesis 1 no solo ofrece una visión de los orígenes sino también fundamenta conceptos teológicos clave como la soberanía de Dios, el valor intrínseco de la creación y la dignidad humana. Sirve como introducción a la relación entre Dios y el mundo, marcando el inicio de la historia de la salvación y la interacción divina con la humanidad.
Referencias cruzadas – Génesis 1:26
Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. Génesis 5:1-2
El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. Génesis 9:6
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies. Salmos 8:4-6
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. Santiago 3:9
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno. Colosenses 3:9-10