Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de Isaías 37. Esperamos sea de bendición para ti)
El capítulo 37 del libro de Isaías, narra la continuación de la crisis desencadenada por el asedio asirio a Jerusalén, centrándose en la respuesta de fe del rey Ezequías, la intervención profética de Isaías y la milagrosa liberación de Jerusalén por parte de Dios. Este capítulo es de gran interés para el creyente pues permite entender cómo la fe, la oración y la intervención divina juegan un papel crucial en los momentos de desesperación y conflicto.
La Súplica de Ezequías
Frente a la amenaza inminente de Asiria, Ezequías busca consuelo y guía en el templo del Señor y envía mensajeros a Isaías para buscar su intervención (Isaías 37:1-4). La actitud de Ezequías refleja una profunda fe en Dios y un reconocimiento de su dependencia de la intervención divina para la salvación de su pueblo y su ciudad. La súplica de Ezequías destaca su humildad y su esperanza en que Dios defenderá su nombre y su honor frente a la blasfemia de los asirios.
La Respuesta de Dios por Medio de Isaías
Isaías responde a la súplica de Ezequías con una palabra de Dios que promete la derrota de Asiria y la protección de Jerusalén (v. 5-7). La profecía de Isaías asegura que el rey de Asiria no entrará en la ciudad ni disparará una flecha contra ella, sino que regresará por el camino por el que vino. Esta promesa divina subraya el control soberano de Dios sobre las naciones y su capacidad para salvar a su pueblo de manera milagrosa.
La Insistencia de Senaquerib y la Oración de Ezequías
A pesar de la profecía de Isaías, Senaquerib envía una carta a Ezequías insistiendo en la rendición de Jerusalén, desafiando nuevamente el poder de Dios (v. 8-13). Ezequías lleva la carta al templo y ora fervientemente a Dios, reconociendo su soberanía sobre todas las naciones y pidiendo la liberación de Jerusalén para que todos los reinos de la tierra sepan que solo el Señor es Dios (v. 14-20). La oración de Ezequías refleja una confianza inquebrantable en Dios como el único capaz de salvar.
La Liberación de Jerusalén
La respuesta de Dios a la oración de Ezequías viene a través de Isaías, quien profetiza que Dios defenderá y salvará la ciudad por su honor y por amor a David (v. 21-35). La intervención divina se manifiesta esa misma noche cuando un ángel del Señor mata a 185,000 soldados del campamento asirio, forzando a Senaquerib a retirarse y eventualmente ser asesinado en su propia tierra (v. 36-38). Este acto milagroso de liberación demuestra el poder de Dios para salvar y su fidelidad a sus promesas.
Conclusión: La Fe en la Providencia Divina
Isaías 37 ofrece una poderosa lección sobre la importancia de la fe y la oración en tiempos de crisis. La interacción entre Ezequías, Isaías y Dios subraya que, incluso frente a amenazas abrumadoras, la intervención divina es posible para aquellos que buscan al Señor con humildad y confianza. Para el público contemporáneo, este capítulo resalta que la providencia divina sigue siendo una fuente de esperanza y salvación en medio de las pruebas.
Versículo clave de Isaías 37:
Isaías 37 narra la continuación de la crisis iniciada en el capítulo 36, con el asedio de Jerusalén por Senaquerib, rey de Asiria, y la respuesta de fe del rey Ezequías. Un versículo clave que destaca la intervención divina y el tema central de este capítulo es Isaías 37:36:
«Entonces salió el ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí que todos eran cuerpos muertos.»
Este versículo es significativo al explicar varios temas fundamentales:
1. Intervención Divina: Demuestra de manera dramática el poder de Dios para salvar a su pueblo. La acción del ángel de Jehová, resultando en la muerte de 185,000 soldados asirios, es un claro ejemplo de cómo Dios interviene de maneras milagrosas y decisivas en favor de aquellos que confían en Él.
2. La Protección de Dios: Este evento subraya la promesa de protección de Dios hacia Jerusalén y su pueblo. A pesar de la abrumadora amenaza asiria, Dios cumple su promesa de salvación de una manera que supera toda expectativa humana.
3. Fe contra Desesperación: El contexto de este versículo muestra la fe del rey Ezequías, quien se vuelve a Dios en oración ante una situación desesperada. La respuesta divina es una afirmación poderosa de que la fe en Dios no es en vano.
4. El Poder Soberano de Dios: Este acto de salvación destaca la soberanía de Dios no solo sobre Israel sino también sobre las naciones y ejércitos más poderosos. Dios es capaz de cambiar el curso de la historia y de las batallas con un solo acto.
En resumen, Isaías 37:36 encapsula la victoria milagrosa de Dios sobre los enemigos de su pueblo, sirviendo como un testimonio poderoso de su protección, fidelidad y soberanía. Este versículo es un recordatorio de que, sin importar la magnitud del desafío, la ayuda de Dios es siempre supremamente capaz y poderosa para lograrhasta el más imposible de los acontecimientos a los ojos del hombre.
Oración:
Señor, Tu que eres poder y misericordia, cuídame y guíame en momentos de incertidumbre y miedo, ayudándome a recordar tu capacidad infinita para proteger y salvar. Que mi fe en ti permanezca inquebrantable, sabiendo que ninguna situación está más allá de tu control. Confiado en tu amor y soberanía, descanso en la paz que solo tú puedes proporcionar, al saber que Tu poder es perfecto, suficiente y capaz de lograr cualquier imposible. En El Nombre de Jesús, Amén.
