(Lee al final el estudio un devocional de Jeremías 35. Esperamos sea de bendición para ti)
Jeremía 35: La alianza de Dios y la obediencia de los recabitas.
El capítulo 35 de Jeremías presenta una narración única en el contexto de los temas más amplios del libro: la alianza, la obediencia y el juicio divino, todo ello, al presentar a los recabitas, una tribu nómada que se utiliza como contraste a la desobediencia del pueblo de Judá. He aquí un resumen de Jeremías 35, dividido en secciones claves de las temáticas más relevantes del capítulo:
1. Introducción a los recabitas (Jeremías 35:1-5)
El capítulo comienza con Dios ordenando a Jeremías que ponga a prueba la obediencia de los recabitas. Se le ordena que lleve a los miembros de la tribu a una de las cámaras del templo y les ofrezca vino para beber. Esta prueba es significativa ya que prepara el escenario para demostrar su fidelidad a sus propios mandamientos ancestrales.
2. La obediencia de los recabitas (Jeremías 35:6-11)
Cuando se les ofrece el vino, los recabitas se niegan a beber, citando un antiguo mandamiento de su antepasado Jonadab, que les ordenó no beber vino, construir casas, sembrar semillas ni plantar viñedos, sino vivir en tiendas todos sus días. Explican que su estilo de vida es una forma de obediencia al mandato de su antepasado, con el objetivo de vivir una larga vida nómada en la tierra. Su adhesión a estas reglas también está contextualmente vinculada a su situación actual: vivir temporalmente en Jerusalén debido a la amenaza de invasión babilónica.
3. La lección para Judá (Jeremías 35:12-17).
Jeremías utiliza la fidelidad de los recabitas como un marcado contraste con el pueblo de Judá. Dios señala a través de Jeremías que mientras los recabitas han obedecido los mandatos de su antepasado humano, el pueblo de Judá ha ignorado repetidamente los mandatos divinos enviados a través de los profetas de Dios. La fidelidad de los recabitas, que obedecen meros mandatos humanos, avergüenza aún más, la marcada desobediencia de Judá hacia sus obligaciones con El Señor.
4. Elogio y juicio divinos (Jeremías 35:18-19).
El capítulo concluye con un encomio y una exhortación para los recabitas. Dios promete que, debido a su obediencia, al linaje de Jonadab nunca le faltará un hombre que se presente ante Dios. Esta promesa pone de relieve las bendiciones vinculadas a la obediencia. En contraste, el mensaje más amplio transmitido a Judá a través de este ejemplo advierte del juicio inminente al que se enfrentarán debido a su desobediencia.
Jeremías 35, en consecuencia, utiliza eficazmente el ejemplo de los recabitas para ilustrar un mensaje vital sobre la obediencia y las consecuencias de, a través de un espíritu altivo y en soberbia, alejarse de los caminos del Señor. La firme adhesión de los recabitas a sus preceptos tradicionales -incluso bajo presión y en un entorno extranjero- sirve de lección moral y espiritual al pueblo de Judá. Esta narración subraya los temas de la fidelidad a los propios compromisos y las bendiciones que siguen a la obediencia, contrastando agudamente con las funestas advertencias lanzadas a un Judá incumplidor. Este capítulo no sólo sirve como recuento histórico, sino que también ofrece un mensaje aún vigente hoy, sobre los valores de la lealtad, la tradición y la importancia de vivir según los propios principios, siempre supeditados a la voluntad de Dios.
Versículo clave de Jeremías 35:
Jeremías 35 presenta la prueba de obediencia de los recabitas como ejemplo de fidelidad, aún en medio de un contexto humano, de la virtud de la que adolece Judá al incumplir los mandatos del Señor. Un versículo que resume este contraste entre la desobediencia y el compromiso con un ideal, es Jeremías 35:13:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.
Este versículo es significativo por varias razones:
Un llamamiento divino: Comienza con una alocución directa de Dios, enfatizando la importancia del mensaje. El uso de «Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel», subraya la autoridad y seriedad de lo que sigue en cuanto a las advertencias a toda la comunidad.
Llamamiento a la reflexión y a la obediencia: La frase «¿No aprenderéis a obedecer mis palabras?» es una pregunta retórica que sirve como un fuerte llamamiento a la reflexión y al cambio. Pone de relieve la cuestión central del capítulo: la obediencia a los mandatos de Dios. La pregunta implica que la respuesta esperada debería ser afirmativa, pero el contexto histórico sugiere que Judá ha fracasado continuamente en este sentido.
Mensaje universal: Al dirigirse a «los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén», el versículo subraya que el mensaje va dirigido a todo el pueblo de la nación, no sólo a unos pocos elegidos. Esta universalidad subraya la responsabilidad colectiva de prestar atención a las instrucciones divinas con fidelidad y compromiso comunitario y no solo desde una perspectiva individual.
Contraste con los recabitas: Este versículo es fundamental porque sienta las bases para comparar la desobediencia de Judá con la obediencia de los recabitas, a quienes se elogia por adherirse a las enseñanzas de su antepasado Jonadab. La comparación implícita sirve para avergonzar a Judá para que reconozca sus fracasos y la necesidad del arrepentimiento ante El Señor.
En resumen, Jeremías 35:13 es un versículo clave, ya que engloba la llamada de Dios a la obediencia, la introspección y la necesidad de que Judá aprenda del ejemplo de los recabitas. Subraya los temas más amplios de la fidelidad a los propios deberes y las consecuencias de ignorar la guíanza divina.
Oración:
Señor, Te pido me des la fuerza para abrazar Tus enseñanzas e incorporarlas diariamente a mi vida, para cumplir con Tu voluntad de bien. También concédeme la sabiduría para honrar los compromisos que has legado a Tu Pueblo y guíame para que mis acciones me acerquen a Ti, acrescentando de esa forma, mi perseverancia para servirte y obedecerte en todo momento. Todo ello te lo pido, En El Nombre de Jesús, Amén.