Palabra:
«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» (Romanos 8:28)
El día a día, puede algún momento hacernos olvidar lo que podemos ser y lo que podemos hacer al contar con la presencia de Dios. Sin embargo las escrituras son un medio para recordar esas maravillosas cosas que en El Señor podemos alcanzar.
Ten presente hoy y cada día las siguientes confesiones de lo que somos y lo que podemos con Dios, porque cada una de ellas te acercará al camino de la satisfacción regocijo y paz de caminar junto a Él:
En Cristo, soy una nueva creación (2 Corintios 5:17)
Junto a Dios puedo vivir en perfecta paz (Isaías 26:3)
A través de Dios que me fortalece, puedo lograr cualquier objetivo (Filipenses 4:13)
Soy en Cristo más que un conquistador (Romanos 8:37)
Nada puede alejarme del camino que Dios ha preparado para mí. (Romanos 12:21)
No olvides que cada día obrando en madurar nuestro carácter, espíritu y acciones para agradar a Dios, es un paso hacia alcanzar el propósito del Señor en nuestras vidas.
Oración:
Señor, permíteme cada día, ser consciente de las maravillosas promesas de lo que puedo ser y alcanzar mediante Ti. Guía mis acciones y palabras, para que sean reflejo del propósito que guardas para mí. Amén.
Resumen de Capítulo – Romanos 8:
Romanos 8 es un capítulo poderoso que destaca la vida en el Espíritu Santo, contraponiéndola a la vida bajo la ley del pecado y la muerte. Pablo asegura que los que están en Cristo están libres de condenación y guiados por el Espíritu, que es fuente de vida y paz. El capítulo también enfatiza la adopción como hijos de Dios, la certeza de la redención final y la convicción segura de que nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús.
Referencias Cruzadas – Romanos 8:28:
Génesis 50:20:
«Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.»
Jeremías 29:11:
«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.»
1 Corintios 2:9:
«Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.»
2 Corintios 4:17:
«Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.»