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«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón» (Hebreos 4:12)
En una investigación documental, el periodista y escritor estadounidense Ronald B. Schwartz, se dedicó a examinar las preferencias de más de 30 escritores contemporáneos en relación a los libros que los habían influenciado de manera determinante en su carrera. En las respuestas resaltaron grandes obras desde aquellas famosas y antiguas de Shakespeare hasta las actuales de escritores como Mark Twain. No obstante, el primer lugar de la lista lo ocupó la Biblia. ¿Cuál sería la principal razón?
Pienso que la mayoría de esos escritores, en su camino hacia la consolidación de sus textos, dedicaron tiempo a estudiar las grandes preguntas de la vida, que sólo la Biblia como libro fundamental puede responder: ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Hay un Dios? ¿Tiene la vida algún significado o propósito?
Las páginas de las Escrituras constituyen el medio a través del cual podemos colocarnos frente a frente con El Señor, conocer su carácter, descubrir el inmenso y maravilloso propósito que guarda para nuestras vidas. Y es que como señaló el escritor de Hebreos, en el pasaje de hoy: “La palabra de Dios es viva y eficaz.. y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”
Cuando leemos la Biblia, Dios nos habla de manera poderosa y personal sobre las grandes preguntas que más importan en la vida, nos abre las puertas hacia las formas de conducirnos para caminar junto a Él y hacer efectiva su presencia en nuestras vidas. Nos entrega una guía para gozar de Su tranquilidad y Su paz.
Por ello estudiar cada día la Palabra del Señor, es conocer mas de Él, abrirle espacio en nuestro corazón y reflejar su presencia en nuestras vidas.
Oración:
Señor, ayúdame cada día a hacer de Tu palabra la guía de mi vida. Dame la sabiduría para que mis acciones reflejen el aprendizaje que de ella he tomado, de manera que pueda caminar cada día, cercano a Tí. Amén
Resumen de Capítulo – Hebreos 4:
Hebreos 4 discute la promesa del reposo de Dios, instando a los creyentes a esforzarse por entrar en ese descanso para evitar caer por desobediencia, como ocurrió con los israelitas en el desierto. El capítulo resalta que la palabra de Dios es viva y poderosa, capaz de juzgar los pensamientos y actitudes del corazón. También introduce a Jesús como el gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, invitando a los fieles a acercarse confiadamente a su trono de gracia.
Referencias Cruzadas – Hebreos 4:12:
Isaías 49:2:
«Y me puso como una flecha escogida, en su aljaba me escondió.»
Jeremías 23:29:
«¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?»
Efesios 6:17:
«Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.»
1 Tesalonicenses 2:13:
«Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque habiendo recibido de nosotros la palabra del mensaje de Dios, la recibisteis no como palabra de hombres, sino tal cual es en verdad, la palabra de Dios, la cual también obra en vosotros los que creéis.»
