Hace algunos años una importante fábrica norteamericana de calzado, envió a dos de sus representantes a diferentes partes de Australia. La compañía deseaba que el producto le gustara a los aborígenes para poder comerciar con ellos. Era una aventura riesgosa pero la firma se dio cuenta de cuántos nuevos clientes podría ganar si la aventura fuese un éxito.
Luego de que cada representante estuvo varias semanas en ese continente, la compañía recibió dos correspondencias electrónicas que decían:
-No deseamos nuevos negocios aquí, decía uno. Los aborígenes no solo no usan zapatos! ¿Podríamos haber investigado esto antes y así haberme ahorrado el viaje? ¡Esto ha sido una gran pérdida de tiempo! No veo la hora de volver a casa,
El segundo reporte del otro vendedor era diferente: ¡Vaya! ¡Qué oportunidad increíble tenemos aquí! ¿Sabían que los aborígenes no usan zapatos? ¡Significa que no tenemos competidores de otras compañías! ¡Gracias por esta gran oportunidad! ¡Fue una idea muy ingeniosa haberme enviado aquí!.
Como verá, lo que es un obstáculo para una persona es una oportunidad para otra. Todo lo que se necesita es un poco de optimismo y un poco de alma (o de ganas de caminar).
No vaya por donde le puede llevar el camino; vaya por donde no hay camino y deje una huella.
Marcos 9:23
Si puedes creer, al que cree todo le es posible.