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Palabra:
El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado. (Proverbios 11:25)
Algunos ponen dinero o el sistema de comercio del mundo antes que a Dios. Pero la Biblia dice en Apocalipsis 18, que si ponemos nuestra confianza en el dinero fracasará. He encontrado que la manera de tratar con el dinero es simple: Trata de superar a Dios. (La verdad es que no puedes dar más que Dios, pero cuando lo intentas, los resultados son sorprendentes.)
Cuanto más damos, entre más le obedecemos con nuestras finanzas, Él más nos bendice. A medida que hacemos más por otras personas, encontraremos que estamos más felices y más satisfechos de lo que estábamos antes. La sociedad nos dice que debemos invertir todo en el sistema del mundo y trabajar todo el tiempo para ganar más dinero. Pero si lo hacemos, nunca realmente tendremos algo que importe, especialmente la alegría. Y no podremos disfrutar del dinero que tenemos porque no lo usaremos a la manera de Dios.
Puede no tener sentido según el sistema del mundo, pero Dios no quiere que simplemente ganes dinero y lo acumules. Dios dice que al compartirlo, tendrás más al final. Hoy te desafío a que aumentes tu generosidad. Créeme, no puedes dar más de lo que Dios da.
Oración:
Señor, enséñame a dar siempre con verdadera generosidad, de corazón, como hecho para Ti, que nos guardas y nos guías, aún en nuestras grandes imperfecciones. Amén
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Proverbios 11:
Proverbios 11 contrasta las virtudes y vicios del comportamiento humano. Enfatiza que la integridad guía a la rectitud, mientras que la perversidad lleva a la destrucción. El capítulo subraya que la humildad y la justicia resultan en riqueza, vida y honor, mientras que la riqueza obtenida de manera deshonesta no perdura. También promueve la generosidad, indicando que beneficia tanto al dador como al receptor. Finalmente, recalca que la verdadera sabiduría se manifiesta en la justicia.
Referencias cruzadas Proverbios 11:25
2 Corintios 9:6-7:
«Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.»
Lucas 6:38:
«Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo. Porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.»
Proverbios 3:9-10:
«Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.»
