(Lee al final el estudio un devocional de Jeremías 36. Esperamos sea de bendición para ti)
Jeremías 36: La Lectura del Rollo de Jeremías
El capítulo 36 del libro de Jeremías narra un episodio significativo en el ministerio profético de Jeremías, en el cual se ve confrontado con la realeza y las autoridades de su tiempo debido a su mensaje divino. Este capítulo es esencial para comprender la interacción entre la profecía bíblica y la resistencia política, así como la reacción a los mensajes que desafían el status quo, es decir las órdenes sociales y legales formalmente establecidas.
La Orden de Escribir las Profecías
La narración comienza cuando Dios le ordena a Jeremías que escriba en un rollo o pergamino todas las profecías que ha pronunciado desde el reinado de Josías hasta el momento (v. 1-3). Este acto tiene el propósito de hacer que el rey de Judá, los líderes y el pueblo reflexionen y se arrepientan de sus malos caminos, ofreciéndoles la posibilidad de evitar la calamidad anunciada.
La Redacción y Lectura del Rollo
Jeremías, incapacitado para ir al Templo, encomienda a Baruc, su escriba, que escriba las palabras que él dicta y luego las lea en público. Baruc cumple, leyendo el rollo en el Templo durante un ayuno, y posteriormente ante los oficiales reales (v. 4-10). La respuesta es inmediata; los oficiales, temerosos, deciden que el rey debe escuchar estas palabras y guardan el rollo en un lugar seguro mientras Baruc y Jeremías se esconden.
La Reacción del Rey Joacim
La tensión del capítulo aumenta cuando el rollo es leído ante el rey Joacim, quien, lejos de arrepentirse, reacciona con desdén y hostilidad. A medida que el rollo es leído, Joacim lo corta en pedazos y lo arroja al fuego, simbolizando su rechazo total al mensaje de Jeremías (v. 20-26). Esta acción del rey destaca su resistencia a aceptar la advertencia divina y su decisión de continuar en su camino de iniquidad.
La Represión y la Respuesta Divina
El rey intenta arrestar a Baruc y a Jeremías, pero ambos permanecen ocultos. En respuesta a la destrucción del rollo, Dios instruye a Jeremías que prepare otro rollo con las mismas profecías y añada predicciones aún más severas contra Joacim y Judá (v. 27-32). Este nuevo rollo no solo reafirma las advertencias anteriores, sino que también incluye una condena específica contra Joacim, señalando que ninguno de sus descendientes prosperará en el trono de Judá.
Conclusión: El Desafío de la Palabra Profética
Jeremías 36 nos enseña sobre la persistencia de la palabra profética frente a la oposición y el rechazo. A través de la interacción entre Jeremías, Baruc y las autoridades judías, se ilustra la tensión entre la verdad divina y el poder humano, y cómo la palabra de Dios continúa proclamándose a pesar de los intentos de silenciarla. Este capítulo resalta la importancia de la fidelidad y la valentía en la entrega del mensaje divino, incluso cuando enfrenta la hostilidad abierta de los gobernantes. Asi, para el creyente, el relato sagrado enfatiza la relevancia y el impacto de la palabra profética en contextos de crisis política y espiritual, mostrando la futilidad de resistir a los mandatos divinos que buscan la corrección y el arrepentimiento.
Versículo clave de Jeremías 36:
Cómo observamos en la sección anterior, Jeremías 36 presenta un momento crucial en la vida del profeta, destacando la reacción del rey Joacim al mensaje divino contenido en un rollo escrito. Un versículo que resume este enfrentamiento entre la obediencia a la palabra de Dios y la rebeldía humana es Jeremías 36:3:
«Así podrá ser que oigan toda esta maldad que pienso traer sobre ellos, para que cada uno se convierta de su mal camino, y yo les perdone su maldad y su pecado.»
Este versículo es significativo por varias razones:
Un llamamiento divino: Comienza directamente con las palabras de Dios, poniendo énfasis en la intención detrás de las profecías escritas en el rollo. La frase «Así podrá ser que oigan toda esta maldad que pienso traer sobre ellos» introduce la seriedad de las consecuencias de las acciones del pueblo, destacando la gravedad de la situación.
Llamamiento a la reflexión y a la obediencia: La parte «para que cada uno se convierta de su mal camino, y yo les perdone su maldad y su pecado» ofrece un camino claro para la redención y el perdón. Es una invitación abierta a la reflexión y al cambio, resaltando la posibilidad de un nuevo comienzo si se abandona la desobediencia y se opta por seguir los caminos divinos.
Mensaje universal y personal: Al hablar de «cada uno», el versículo hace un llamado tanto a la comunidad en conjunto como a los individuos dentro de ella, subrayando la responsabilidad personal y colectiva de escuchar y actuar de acuerdo con las advertencias de Dios.
Contexto de resistencia y rechazo: Este versículo es crucial porque se sitúa en un contexto donde el mensaje de Jeremías, aunque destinado a la salvación, es rechazado de forma violenta por el rey Joacim, quien literalmente corta y quema el rollo. Esto ilustra dramáticamente la desobediencia y el rechazo al mensaje divino, así como las consecuencias de tales acciones.
En resumen, Jeremías 36:3 encapsula la esencia de la interacción entre la palabra profética y la respuesta humana en un momento de crisis espiritual y política. Subraya los temas de advertencia, oportunidad para el arrepentimiento, y la gravedad de ignorar las instrucciones divinas.
Oración:
Señor, en mi corazón resuena tu llamado al rechazo de todos mis caminos fallidos. Reconozco las veces queme he desviado de Tus sendas y cerrado mis oídos a tu voz. Hoy te pido la fuerza para escucharte y la valentía para cambiar. Guíame hacia un arrepentimiento genuino y renueva mi espíritu, para que pueda recibir tu perdón y caminar en tu luz, en cada uno de los pasos que emprenda, siempre para Tu gloria. En El Nombre de Jesús, Amén.