Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Salmos 62:5-7
En un mundo agitado, ¿dónde se puede encontrar estabilidad? No podemos contar con los líderes políticos, las instituciones financieras, los proveedores de salud o cualquier otra institución humana para mantenernos seguros y protegidos. Solo hay un fundamento seguro, y ese es el Señor, nuestro Dios.
David, quien escribió el salmo de hoy, enfrentó muchos peligros y pruebas a lo largo de su vida. Pero sabía que con Dios como su fortaleza, no sería sacudido seriamente por los acontecimientos terrenales; lo cual también es cierto para cualquiera que conozca a Jesucristo como Señor y Salvador. Él se caracteriza por el amor, la justicia y la fidelidad en sus interacciones con nosotros. Podemos tener una gran confianza porque nuestro Dios es autoexistente e inmutable. Él sabe todas las cosas, tiene todo el poder y está presente en todas partes.
¿Está su fe basada en estas verdades? ¿Cree de corazón que puede confiar en Dios cuando se trata de usted?
¿Puede confiar en que Él le ama durante los momentos difíciles, cuando todavía está esperando que las oraciones sean respondidas? ¿Acepta que la manera en que le dirige se basa en su conocimiento y amor ilimitados por usted, incluso cuando no entiende o no le agrada lo que haya decidido para usted? Esto es lo que constituye un fundamento sólido de fe.
Señor, en un mundo lleno de incertidumbres, ayúdame a encontrar mi estabilidad y refugio en ti. Fortalece mi fe para confiar plenamente en tu amor, justicia y fidelidad. Que mi esperanza y mi seguridad siempre estén en ti, sabiendo que eres mi roca y mi salvación. Enséñame a aceptar tu guía y a confiar en tus decisiones, incluso cuando no las entienda. Gracias por ser mi fundamento sólido. En El Nombre de Jesús, Amén.