Un joven que iba en silla de ruedas entró a la biblioteca, acompañado de su maestra. Ésta me preguntó si yo, como bibliotecario, podría recomendarle al muchacho algún libro acerca de personas que hubieran superado un impedimento físico.
– Él sufrió un accidente automovilístico hace un año y los médicos opinan que tal vez no vuelva a caminar. – Me explicó.
Elegí «La Historia De Mi Vida», de Hellen Keller. Ahmad – el joven de la silla de ruedas – se mostró casi indiferente cuando le expliqué que Hellen Keller había nacido ciega y sorda, se había ingeniado para vencer esta doble discapacidad y se había convertido en vocera de personas con graves impedimentos físicos.
Me olvidé del asunto hasta que, semanas después, Ahmad volvió.
– Leí el libro – me dijo en tono de triiunfo -, y quiero darle las gracias. Si Hellen Keller pudo vencer tantos obstáculos, también yo puedo hacerlo.
Esta vez iba apoyado en muletas.
Tener una actitud positiva no quiere decir que no hagas caso de las situaciones adversas o sentimientos como la tristeza, el miedo la rabia. Acéptalos y dales las gracias por querer ayudarte, y luego déjalos marchar.
«Todo está en el Correcto Orden Divino.» Efesios 6:10