Biblia Devocional en 1 Año: Habacuc 3

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Habacuc 3: Oración de confianza y alabanza al Señor

Habacuc 3 es un capítulo único en el libro del profeta Habacuc, ya que es una oración en forma de salmo. Este capítulo es una respuesta del profeta a las revelaciones de Dios en los capítulos anteriores, mostrando una profunda confianza en la soberanía y la salvación de Dios. Habacuc recurre a la historia de la intervención divina para fortalecer su fe y concluir su mensaje con un notable acto de alabanza.

Oración del Profeta (Habacuc 3:1-2)

– Clamor por Misericordia: Habacuc comienza su oración reconociendo la fama y los actos poderosos de Dios en el pasado: «Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia» (Habacuc 3:2). Aquí, el profeta pide a Dios que avive su obra en su tiempo, pidiendo que, aun en su ira, Dios recuerde ser misericordioso.

La Grandeza de Dios en la Creación y la Historia (Habacuc 3:3-15)

– Majestad Divina: Habacuc describe la majestuosidad de Dios al recordar su manifestación en Temán y el Monte de Parán: «Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Selah. Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza» (Habacuc 3:3). Este versículo resalta cómo la presencia del Señor se manifiesta de manera poderosa y gloriosa en la creación.

– El Poder de Dios sobre la Naturaleza: Habacuc sigue describiendo cómo Dios controla la naturaleza y las naciones: «El sol y la luna se pararon en su habitación; a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu fulgente lanza» (Habacuc 3:11). Este pasaje recuerda la intervención de Dios en eventos como la batalla de Gabaón, donde el sol y la luna se detuvieron, mostrando el dominio absoluto del Creador, sobre su creación.

– El Juicio de Dios sobre las Naciones: Habacuc recuerda cómo Dios, con su poder, golpeó a las naciones para salvar a su pueblo: «Saliste para socorrer a tu pueblo, para socorrer a tu ungido. Heriste la cabeza de la casa del impío, descubriendo el cimiento hasta la roca» (Habacuc 3:13). Este versículo enfatiza la perfecta justicia divina al defender a su pueblo y castigar a los malvados.

Confianza en Dios a Pesar de las Adversidades (Habacuc 3:16-19)

– Temor y Esperanza: Habacuc confiesa su temor al escuchar sobre el juicio venidero, pero también expresa su determinación de esperar pacientemente en Dios: «Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas» (Habacuc 3:16). A pesar del miedo, el profeta decide confiar en la salvación de Dios.

– Alabanza a Dios en Medio de la Escasez: El capítulo concluye con uno de los actos de fe más poderosos en las Escrituras: «Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación» (Habacuc 3:17-18). A pesar de la escasez y la adversidad, Habacuc elige regocijarse en Dios, demostrando una fe que trasciende las circunstancias.

– La Fuerza del Señor: El último versículo subraya la fuente de la fortaleza del profeta: «Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar» (Habacuc 3:19). Habacuc reconoce que su fuerza y capacidad para superar las dificultades provienen únicamente de Dios.

Versículo clave de Habacuc 3:

«Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia.» Habacuc 3:2

Este versículo es fundamental porque expresa la profunda reverencia y humildad del profeta Habacuc ante la majestad y el poder de Dios. Al reconocer la justicia divina, Habacuc clama por un avivamiento de la obra de Dios, incluso en tiempos de juicio. La petición de «acuérdate de la misericordia» es un ruego conmovedor, pidiendo que, aun en la manifestación de la ira divina, El Señor muestre compasión y gracia.

La frase “aviva tu obra en medio de los tiempos” refleja el deseo de que Nuestro Padre de los Cielos actúe poderosamente en el presente, renovando y restaurando a su pueblo. Este versículo nos enseña la importancia de orar por la intervención del Señor en nuestras vidas y en el mundo, confiando en que, aunque Él es justo, también es misericordioso. Habacuc nos invita a buscar el equilibrio entre la justicia de Dios y su infinita misericordia.

Oración:

Señor, hemos oído de tus grandes obras y tememos ante tu santidad y justicia. Te pedimos que avives tu obra en nuestros días, que tu poder se manifieste en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea. En tu ira, Señor, te rogamos que recuerdes tu misericordia, y que nos muestres tu gracia y compasión. Que podamos vivir con la confianza de que, aunque eres justo, también eres un Dios lleno de amor y misericordia. En El Nombre de Jesús, Amén.