Versículo:
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Hebreos 6:10-12
Comentario:
¿Alguna vez ha sentido que Dios no le cumplió una promesa? Si es así, entonces el pasaje de hoy es para usted. Veamos tres enseñanzas que podemos aprender de ello.
NO HAY NADIE MÁS GRANDE QUE EL SEÑOR. Él tiene poder, conocimiento y sabiduría infinitos. Nada puede frustrar sus propósitos, así que todo lo que promete hacer, lo hará. El pasaje de hoy nos asegura que el Señor nunca le falla a sus hijos, aunque tengamos que esperar por su respuesta.
DIOS ES INMUTABLE. Eso significa que su Palabra y sus planes para el bien de sus hijos no cambian. Podemos contar con que Él hará todo lo que dice que hará. Aunque todo lo que nos rodea cambia, nuestro Padre celestial nunca lo hace.
ES IMPOSIBLE QUE DIOS MIENTA. Él es fiel y la fuente de toda verdad. Porque es santo, no hay pecado en Él. Todas sus promesas se basan en su integridad.
Una promesa tiene valor solo si el que la hace es digno de confianza. Dado que solo Dios cumple perfectamente este requisito, podemos vivir con la certeza de que cumplirá sus promesas. Además, su fidelidad absoluta significa que también podemos estar seguros de su lealtad y su amor incondicional por nosotros.
Oración:
Señor, te agradezco porque eres fiel y siempre cumples tus promesas. Ayúdame a confiar en tu palabra y a recordar que tus planes son para mi bien, incluso cuando no entiendo el tiempo de tus respuestas. Sé que tu amor y lealtad son incondicionales, y que tu verdad nunca cambia. Fortalece mi fe y paciencia, para que pueda vivir con la plena certeza de que lo que has prometido se cumplirá en tu tiempo perfecto. Gracias, Señor, por ser un Dios inmutable y digno de confianza. En El Nombre de Jesús, Amén.