Mateo 5: Las Bienaventuranzas (Mateo 5:1-12)
Este capítulo comienza con el famoso Sermón del Monte, donde Jesús enseña a sus discípulos y a la multitud que lo sigue. Inicia con las Bienaventuranzas, una serie de bendiciones dirigidas a los humildes, los que sufren, los que buscan justicia, los misericordiosos, los puros de corazón, los pacificadores y los perseguidos por causa de la justicia. Las bienaventuranzas prometen bendiciones futuras y presentes para quienes viven según los valores del Reino de Dios. Por ejemplo, «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mateo 5:3).
La Sal y la Luz (Mateo 5:13-16)
Jesús continúa diciendo que sus seguidores son la «sal de la tierra» y «la luz del mundo». Como sal, deben preservar y dar sabor a la vida espiritual del mundo. Como luz, deben reflejar las buenas obras para que otros glorifiquen a Dios. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).
Jesús y la Ley (Mateo 5:17-20)
Jesús aclara que no ha venido a abolir la Ley o los Profetas, sino a cumplirlos. Subraya que la justicia de sus seguidores debe exceder la de los escribas y fariseos si desean entrar en el reino de los cielos. “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 5:20).
Enseñanzas sobre el Asesinato, el Adulterio y los Juramentos (Mateo 5:21-37)
Jesús reinterpreta varios mandamientos, profundizando en sus significados:
– El asesinato: Va más allá del acto físico e incluye la ira hacia un hermano. Jesús insta a reconciliarse con los demás antes de ofrecer sacrificios a Dios.
– El adulterio: No es solo el acto físico, sino incluso el deseo en el corazón. Jesús también habla del divorcio y la importancia de la pureza en las relaciones.
– Los juramentos: Jesús insta a no jurar en absoluto, sino a que las palabras sean sencillas y veraces: «Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede» (Mateo 5:37).
Amor y Venganza (Mateo 5:38-48)
Jesús enseña que, en lugar de la ley del talión (“ojo por ojo”), sus seguidores deben practicar la resistencia al mal y mostrar amor incluso a los enemigos. En lugar de vengarse, deben orar por quienes los persiguen y amar a sus enemigos. “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen… para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:44-45).
Mateo 5 de esta forma narra la forma en que Jesús, establece las bases éticas del reino de Dios, donde la verdadera justicia va más allá del cumplimiento literal de la ley. Jesús redefine las relaciones humanas con un enfoque en la reconciliación, el amor, la pureza, y el perdón. El sermón llama a los creyentes a vivir una vida transformada, llena de luz, justicia, y amor hacia todos, incluso hacia los enemigos.
Versículo clave de Mateo 5:
«Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.» Mateo 5:14
Este versículo es clave porque Jesús llama a sus discípulos a ser luz en medio de un mundo lleno de oscuridad. La luz no solo ilumina, sino que guía y da esperanza a aquellos que están perdidos o en tinieblas. Jesús utiliza la metáfora de una ciudad en un monte para ilustrar que los cristianos, al reflejar el carácter de Dios, no pueden esconder su testimonio. La vida de los creyentes debe ser una fuente de influencia positiva, visible para todos los que están a su alrededor. Este versículo nos invita a vivir de manera que nuestras acciones glorifiquen a Dios y atraigan a otros hacia Él.
El mensaje es que somos llamados a vivir como ejemplos visibles del amor y la justicia de Dios, llevando esperanza y claridad a un mundo que lo necesita desesperadamente. Ser luz significa vivir de manera íntegra y comprometida con los valores del Reino.
Oración:
Señor, te pedimos que nos ayudes a ser la luz que refleje tu amor y tu verdad en todo lugar. Que nuestras palabras y acciones den testimonio de tu presencia en nuestras vidas, y que podamos ser una guía para aquellos que te buscan. Llénanos con tu Espíritu Santo para que brillemos con tu luz, sin temor y con valentía, mostrando al mundo el camino hacia ti. En El Nombre de Jesús, Amén.