Versículo diario comentado: Lucas 15:17-19

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Comentario:

Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Lucas 15:17-19

Versículo:

¿Cómo comenzó la vida del hijo pródigo? Tal vez quería liberarse de las restricciones que conlleva vivir bajo el techo de los padres. O tal vez quería dinero para satisfacer ciertos placeres. Cualquiera que sea el caso, el deseo del hijo pródigo lo impulsó a pedir prematuramente su herencia y luego abandonar el hogar y todo lo que le habían enseñado.

Un cristiano que se ha alejado de Dios puede seguir un camino parecido. Primero, comenzamos con el deseo de tener más posesiones materiales. Cuanto más tiempo dejamos que esa idea perdure, más fuerte será nuestro deseo de tenerlo, y al final encontraremos maneras de justificar lo que queremos. Entonces, basándonos en esa mentalidad, avanzamos hacia nuestras metas egocéntricas. Al igual que el hijo rebelde, podemos disfrutar los placeres del mundo por un tiempo, pero en última instancia, nos encontraremos careciendo de lo esencial: amor incondicional, seguridad y un propósito importante para vivir.

Debemos entender que en realidad nos enfrentamos a un enemigo activo, a un mundo que no valora a Dios y a nuestra propia tendencia a preferir el placer a la obediencia. Si queremos dejar de engañarnos, debemos hacer de la Palabra de Dios la base de lo que pensemos y decidamos (Ro 12.2).

Oración:

Padre celestial, reconozco que, como el hijo pródigo, a veces me he dejado llevar por deseos y placeres egoístas que me han alejado de tu camino. Perdóname por haber buscado en el mundo lo que solo tú puedes ofrecer. Ayúdame a volver en sí y recordar que en ti encuentro amor incondicional, seguridad y propósito. Enséñame a vivir conforme a tu Palabra y a resistir las tentaciones que me apartan de tu verdad. Que mi vida sea un reflejo de obediencia a ti, y que siempre te busque con un corazón sincero y humilde. En el nombre de Jesús, amén.