Publicado por Mateo 14: La Muerte de Juan el Bautista (Mateo 14:1-12)
El capítulo comienza con Herodes, gobernante de Galilea, oyendo acerca de Jesús y temiendo que Juan el Bautista hubiera resucitado. Recordemos que Herodes había encarcelado a Juan porque este lo había reprendido por casarse con Herodías, la esposa de su hermano. Durante una celebración de cumpleaños, la hija de Herodías bailó ante Herodes y sus invitados. A cambio, Herodes le prometió lo que ella pidiera, y bajo la influencia de su madre, la hija pidió la cabeza de Juan el Bautista. Aunque Herodes estaba angustiado, ordenó que decapitaran a Juan y entregaran su cabeza en un plato. Los discípulos de Juan recogieron su cuerpo y lo enterraron, luego informaron a Jesús.
La Alimentación de los Cinco Mil (Mateo 14:13-21)
Después de escuchar la noticia de la muerte de Juan, Jesús se retiró en una barca a un lugar desierto para estar solo. Sin embargo, las multitudes lo siguieron a pie. Jesús, movido a compasión, sanó a los enfermos entre ellos. Al caer la tarde, los discípulos le sugirieron a Jesús que despidiera a la multitud para que pudieran ir a las aldeas a comprar comida. En lugar de eso, Jesús les dijo que les dieran de comer, aunque solo tenían cinco panes y dos peces. Jesús los bendijo, y milagrosamente, la comida se multiplicó, alimentando a unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Sobró tanto que recogieron doce cestas llenas de restos.
Jesús Camina sobre el Mar (Mateo 14:22-33)
Después de alimentar a la multitud, El Señor hizo que sus discípulos subieran a la barca y se adelantaran al otro lado del mar, mientras él despedía a la multitud. Luego, subió a una montaña para orar solo. Durante la noche, la barca se encontraba en medio del mar, y los discípulos luchaban contra el viento y las olas. Cristo fue hacia ellos caminando sobre el agua. Los discípulos, aterrados, pensaron que era un fantasma, pero Jesús les dijo: «Tened ánimo; yo soy, no temáis» (Mateo 14:27). Pedro pidió caminar sobre el agua hacia Jesús, y lo hizo, pero al sentir el viento, comenzó a hundirse. Clamó a Jesús, y este lo tomó de la mano, diciendo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» (Mateo 14:31). Al subir ambos a la barca, el viento se calmó, y los discípulos le adoraron, reconociéndolo como el Hijo de Dios.
Sanidades en Genesaret (Mateo 14:34-36)
Al llegar a la región de Genesaret, la gente del lugar reconoció a Jesús y le trajeron a todos los enfermos. Le rogaban que tan solo les permitiera tocar el borde de su manto, y todos los que lo tocaban quedaban sanos.
Versículo clave de Mateo 14:
«Entonces Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?» Mateo 14:31
Este versículo es clave porque se refiere al momento en que Pedro, al caminar sobre las aguas hacia Jesús, comienza a hundirse debido a sus dudas. Jesús lo salva inmediatamente, pero le señala la falta de fe que lo llevó a dudar. Este pasaje es un poderoso recordatorio de que la fe es esencial para mantenernos firmes, especialmente en medio de las tormentas de la vida. La duda y el temor nos hacen tambalear, pero El Señor siempre está dispuesto a extendernos su mano para levantarnos cuando nos sentimos débiles.
El mensaje es claro: la fe en Jesús nos sostiene, pero cuando nuestras dudas nos abruman, debemos recordar que Él siempre está presente para rescatarnos.
Oración:
Señor, te pedimos que fortalezcas nuestra fe en medio de las dificultades. Ayúdanos a mantener nuestra mirada en ti, sabiendo que tu mano siempre está extendida para levantarnos cuando caemos. Perdona nuestras dudas y enséñanos a confiar más en ti cada día. Que en medio de las tormentas podamos caminar con fe, sabiendo que tú eres nuestro Salvador y refugio. En El Nombre de Jesús, Amén.
