Versículo:
Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael. Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael. Génesis 16:15-16
Comentario:
Abraham es alguien de quien podemos aprender valiosas lecciones. A lo largo de su vida, su fe creció. Llegó a comprender lo importante que es confiar en Dios, y lo costosa que puede ser la impaciencia.
Abraham aprendió de la peor manera que manipular las circunstancias puede traer dolor al corazón. Cuando él y su esposa trataron de ayudar a Dios, el resultado inmediato fueron los celos, la ira y los conflictos familiares. También hubo una consecuencia a largo plazo: un sangriento conflicto que todavía hoy hace estragos entre los descendientes de Ismael, el hijo de Agar, y de Isaac, el hijo de Sara.
El Señor prometió a Abraham y Sara un hijo, pero terminaron esperando el cumplimiento de la promesa hasta que la maternidad fuera humanamente imposible. Cuando Isaac fue por fin concebido y nació, toda la gloria fue para Dios.
¿Ha considerado usted que las demoras en su vida también pueden glorificar a Dios? ¿O está tratando de ayudarlo en un intento de conseguir más rápidamente lo que quiere? Esperar es difícil, pero es la única manera de aprender la paciencia, que es preciosa para el Señor. Cuando experimente una demora, úsela como una oportunidad para aumentar su esperanza en Dios, y su confianza en su sabiduría y plan perfecto.
Oración:
Señor, dame la disciplina y la atención necesaria para oirte verdaderamente, y saber lo que deseas de mi. Asimismo, concédeme la sabiduría para una vez que entienda Tu voluntad, pueda cada día trabajar en la transformación que me lleve a ella, siempre guiado de Tu mano y sostenido en Tu amor incondicional.