Versículo:
Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. Salmos 63:3-4
Comentario:
Cualquier momento del día es un gran momento para estar con el Señor, pero la mañana es especial porque puede afectar el resto del día. El Salmo 63 revela que David comenzaba su día con el Señor, como lo describió el buscar a Dios temprano (la traducción literal es “estaré velando”). Se despertaba hambriento de su Creador, llenaba su alma anhelante con la plenitud del Señor, y estallaba en acción de gracias y alabanza a Él. Y cuando llegaba la noche y David estaba acostado en la cama, seguía pensando en su Padre celestial.
Imagínese tener un día como el de David, lleno de gozo y gratitud a Dios. Por supuesto, todo el tiempo con el Señor es precioso. Pero cuando separamos el comienzo de nuestro día para escuchar al Señor hablar por medio de su Palabra, para hablar con Él en oración, para contemplar quién es Él y cómo trabaja, tenemos la oportunidad de continuar con esa manera de pensar durante todo el día y hasta la noche.
¿Le resulta difícil pasar tiempo con el Señor? Los hábitos de por vida comienzan con pequeños pasos, no con grandes resoluciones. Dedique cinco minutos mañana por la mañana, y verá cómo el Señor nutre su alma y aumenta su hambre de Él.
Oración:
Señor, deseo comenzar cada día en tu presencia, buscando en ti la plenitud que mi alma necesita. Ayúdame a tener un corazón hambriento de ti, como el de David, y a mantener mi enfoque en ti desde la mañana hasta la noche. Llena mi vida de gozo, gratitud y paz a medida que te busco diariamente. Haz que mi tiempo contigo se convierta en la base de mi día y la fuente de mi fortaleza. En el nombre de Jesús, Amén.