Biblia Devocional en 1 Año: Lucas 2

Publicado por

Lucas 2:

Lucas 2 muestra cómo el nacimiento y los primeros años de Jesús son marcados por señales divinas, cumplimiento profético y una sabiduría especial, destacando su identidad y propósito en el plan de Dios desde el comienzo.

El Nacimiento de Jesús (Lucas 2:1-7)

Este capítulo abre con el decreto de César Augusto de realizar un censo en todo el imperio romano. José y María, quienes están comprometidos, viajan a Belén, ya que José es descendiente de David y esa es su ciudad ancestral. Durante su estancia, María da a luz a Jesús en un humilde establo y lo acuesta en un pesebre, debido a que no había lugar en la posada.

Los Pastores y los Ángeles (Lucas 2:8-20)

En los campos cercanos, un ángel del Señor se aparece a unos pastores y les anuncia el nacimiento de un Salvador, el Mesías. Una multitud de ángeles aparece alabando a Dios y proclamando paz. Los pastores van rápidamente a Belén, encuentran al niño y comparten la noticia con todos, regresando llenos de gozo y alabanzas por lo que han presenciado.

La Presentación de Jesús en el Templo (Lucas 2:21-24)

Al octavo día, Jesús es circuncidado y oficialmente recibe su nombre. Posteriormente, José y María llevan a Jesús al templo en Jerusalén para cumplir con el rito de purificación y ofrecer el sacrificio requerido por la Ley de Moisés.

Simeón y Ana Profetizan sobre Jesús (Lucas 2:25-38)

En el templo, un hombre justo y piadoso llamado Simeón, a quien el Espíritu Santo le había revelado que vería al Mesías antes de morir, toma a Jesús en sus brazos y lo bendice. Simeón profetiza que Jesús será una «luz para revelación a los gentiles» y para gloria del pueblo de Israel. También advierte a María sobre el dolor que le espera. Además, Ana, una profetisa anciana que servía en el templo, ve a Jesús y da gracias a Dios, hablando de Él a todos los que esperan la redención de Jerusalén.

El Regreso a Nazaret y el Crecimiento de Jesús (Lucas 2:39-40)

Después de cumplir todo lo establecido por la ley, la familia regresa a Nazaret. Jesús crece en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres, mostrando que desde niño era especial y estaba lleno del favor divino.

Jesús en el Templo a los Doce Años (Lucas 2:41-52)

Cuando Jesús cumple doce años, la familia viaja a Jerusalén para la Pascua. Después de la fiesta, José y María parten de regreso a casa, pero sin darse cuenta de que Jesús se ha quedado en el templo. Al no encontrarlo, regresan y lo hallan tres días después, conversando con los maestros, quienes se asombran de su comprensión y respuestas. María le pregunta por qué se quedó, y Jesús responde: “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (Lucas 2:49). Aunque no comprenden completamente, María guarda estas cosas en su corazón. Luego, regresan a Nazaret, y Jesús continúa creciendo en sabiduría, estatura y gracia ante Dios y los hombres.

Versículo clave de Lucas 2:

«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.»  Lucas 2:14

Este versículo forma parte de la alabanza de los ángeles al anunciar el nacimiento de Jesús a los pastores en los campos. En su breve mensaje, los ángeles proclaman la gloria de Dios y Su deseo de paz para la humanidad, revelando la profundidad del amor divino al enviar a Su Hijo como Salvador del mundo. La paz mencionada no es solo la ausencia de conflictos, sino una reconciliación completa entre Dios y el ser humano, un regalo de buena voluntad que es alcanzable solo a través de Jesucristo.

Esta proclamación nos recuerda que la paz verdadera proviene de la relación restaurada con Dios, y que Él desea derramar Su favor sobre aquellos que reciben a Su Hijo. Nos invita a vivir con un espíritu de adoración y agradecimiento por esta promesa, manteniendo nuestras vidas centradas en Cristo, quien es nuestra paz.

Oración:

Amado Dios, gracias por el don de la paz que vino con el nacimiento de Tu Hijo Jesús. Ayúdame a vivir en adoración, reflejando esa paz y buena voluntad en mis acciones y pensamientos. Que mi vida sea un testimonio de la reconciliación que Tú ofreces al mundo y un reflejo de Tu amor incondicional. En el nombre de Jesús, Amén.