Versículo diario comentado: Ester 2:18

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Versículo:

Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuyó tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real. Ester 2:18

Comentario:

Sin duda vemos la mano soberana del Señor obrando en la vida de Ester cuando fue sacada de la oscuridad y elegida para ser la reina de Persia. Era una mujer joven sin ninguna posición social alta ni poder. Sin la protección de su primo Mardoqueo, Ester era en realidad muy vulnerable. ¿Se imagina lo perturbada, confundida e insegura que debió haberse sentido mientras se desarrollaban los acontecimientos a su alrededor?

Nosotros también podemos sentirnos así. Los propósitos de Dios se están llevando a cabo tal como Él lo planeó, pero desde nuestra perspectiva terrenal las cosas a veces parecen confusas y poco claras. Por eso la historia de Ester es alentadora. Nos enseña a confiar en la voluntad de Dios. Después de todo, Él no nos salva y luego nos abandona a nuestra suerte. Por el contrario, dirige a cada uno de sus hijos en la tarea que ha dispuesto para ellos.

Comience a buscar la mano del Señor en su vida. Él está llevando a cabo su plan, a veces con codazos suaves, otras veces con interrupciones bruscas. No importa lo que suceda, no olvide que Dios está presente, mientras trabaja y dirige cada aspecto de nuestra vida. Usted jamás es insignificante a sus ojos. Es tan especial y amado que Dios Todopoderoso ha ideado un llamamiento único para usted.

Oración:

Señor, gracias por estar siempre presente en mi vida, guiando cada paso y revelando tu propósito, aunque a veces no lo entienda. Ayúdame a confiar en tu plan, sabiendo que estás obrando incluso en las situaciones más confusas. Así como estuviste con Ester, sostén mi vida y guíame en el camino que has diseñado para mí. Que mi corazón encuentre paz en tu fidelidad y que nunca dude de tu amor ni de la obra que estás haciendo en mí. Te entrego mi vida, confiando en tu poder y amor. En el Nombre de Jesús, amén.