Prometamos…
Ser tan fuertes que nada pueda estorbar nuestra paz mental;
A hablar de salud, felicidad y prosperidad a cada persona que conozcamos;
A hacer sentir a todos nuestros amigos de que hay algo en ellos;
A mirar al lado brillante de todo y hacer realidad nuestro optimismo;
A pensar sólo lo mejor, a trabajar sólo por lo mejor y a esperar sólo lo mejor;
A ser tan entusiasta sobre el éxito de los demás como lo estamos sobre el nuestro;
A olvidar los errores del pasado y seguir adelante hacia los más grandes logros del futuro;
A lucir un semblante alegre en todo momento y dar a cada persona con la que nos topamos una sonrisa;
A dar tanto tiempo a nuestro propio mejoramiento que no tengamos tiempo para criticar a los demás;
A ser demasiado grande para preocuparnos, demasiado noble para la ira, demasiado fuerte para temer; y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas;
A pensar bien de nosotros mismos y a proclamar este hecho al mundo, no en palabras altisonantes, sino en grandes actos;
A vivir en la confianza de que todo el mundo está de nuestro lado mientras estemos dispuestos a ser fieles a lo mejor que haya en nosotros.
Así ha hablado Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres hablasteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra. (Jeremías 44:25)
Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. (Jonás 2:9)