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E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová. Génesis 7:5
Comentario:
A veces nos sentimos desconcertados por todo el mal que vemos en el mundo, pero nada sorprende a nuestro Padre celestial. La Biblia nos dice que hace miles de años, en los tiempos de Noé, los corazones de los seres humanos estaban inclinados hacia el mal, y esto entristeció a Dios al punto de querer hacer borrón y cuenta nueva (Gn 6.5-7).
Solo Noé se destacaba como un hombre temeroso de Dios; se le describe como “varón justo, perfecto en sus generaciones” (Gn 6.9). Esta rectitud lo salvó a él y a toda su familia, pero primero tuvo que ocuparse de una gran tarea. Dios le dijo que construyera un arca lo suficientemente grande como para albergar a su familia y a dos animales de cada especie, un proyecto que tardó 100 años en completarse. En la Biblia leemos acerca de muchos creyentes fieles, pero Noé demostró su confianza en Dios a lo largo de un siglo. Perseveró en su obediencia a pesar de que nunca había visto la lluvia y, al mismo tiempo, enfrentaba el ridículo de quienes lo rodeaban.
Noé y sus seres queridos sobrevivieron al diluvio universal y se convirtieron en los antepasados de los miles de millones de personas que viven hoy en día. Considere el impacto que tuvo su obediencia en las futuras generaciones, y en toda la bondad y todo el amor desde entonces. Todo porque Noé confió y dijo sí a Dios. ¿Hará usted lo mismo?
Oración:
Señor, gracias por el ejemplo de fe y obediencia de Noé. Enséñame a confiar en ti con todo mi corazón, incluso cuando no entienda tu plan o enfrente el rechazo o la burla de los demás. Ayúdame a perseverar en la tarea que me has encomendado, recordando que mi obediencia puede impactar a futuras generaciones. Que mi vida sea un reflejo de tu bondad y tu amor, y que siempre diga sí a tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
