Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Éxodo 3:12
A veces, Dios nos da tareas al parecer imposibles. En esos momentos, es importante no poner excusas, sino enfocarnos en Aquel que nos ha llamado. ¿Por qué? Porque buscar una salida crea una barrera a la fe. Tomemos el ejemplo de Moisés en el pasaje de hoy. Él experimentó una barrera debido a…
LA MALA IMAGEN DE SÍ MISMO. Cuando Dios le dio la orden de ir a Faraón, Moisés se preguntó: “¿Quién soy yo?”. Tal vez pensaba en su ocupación de humilde pastor o en el hecho de que había matado a un egipcio y tenido que huir décadas antes (Ex 2.12). El Señor respondió a la objeción de Moisés con una promesa maravillosa: “Yo estaré contigo” (Ex 3.12).
LA IGNORANCIA. Para llevar a cabo el plan de Dios, necesitamos comprender cuán poderoso es Él. Cuando Moisés cuestionó su tarea, Dios respondió revelándose como el gran “YO SOY”, Aquel que había prometido rescatar a los israelitas (Ex 3.14-17).
Las barreras de la fe pueden impedirnos experimentar el gozo de caminar cerca de nuestro Padre celestial. Por eso, siempre que nos sintamos tentados a alejarnos de nuestro llamado, es importante recordar quién es Él y quiénes somos nosotros en Él.
Señor Todopoderoso, gracias por ser el gran «YO SOY», constante y fiel en todas las cosas. Ayúdame a recordar que no depende de quién soy, sino de quién eres Tú. Cuando me enfrente a tareas que parecen imposibles, dame la fe para confiar en tu poder y la valentía para avanzar en obediencia. Enséñame a dejar de lado mis excusas y a caminar confiado, sabiendo que Tú siempre estás conmigo. Guía mis pasos y úsame para cumplir tu propósito. En el nombre de Jesús, amén.