Versículo:
Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que procede con soberbia. Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón. Salmos 31:23-24
Comentario:
A menudo hemos escuchado: “¡Dios es bueno!” cuando todo va bien, pero ¿qué pasa cuando la vida no es lo que esperamos? El Señor expresa su bondad con mucho más que riqueza, salud y relaciones afectivas. Algunas de sus bendiciones son experiencias que nunca elegiríamos, pero Dios sabe que las necesitamos para crecer en fe, obediencia y perseverancia. Considere las siguientes expresiones de la bondad de Dios:
LA DISCIPLINA AMOROSA. Por su amor perfecto e inagotable, Dios nos corrige cuando nos negamos a obedecerlo. El proceso es doloroso, pero da “fruto apacible de justicia” (He 12.11).
LAS LIMITACIONES SABIAS. Hay oportunidades y pertenencias que parecen prometer felicidad, pero que en última instancia nos alejan de Dios. Con gran sabiduría, el Señor nos niega lo que es perjudicial para nuestra vida espiritual.
EL SUFRIMIENTO PROVECHOSO. Dios sabe qué experiencias necesitamos para ser fructíferos en su reino. Lo que nos parece un valle de lágrimas es el valle de la preparación de Dios para la vida de santidad y el servicio.
Puede ser tentador interpretar el carácter de Dios basándonos en nuestras circunstancias. Si la evidencia nos obliga a dudar de su bondad, debemos recordar que todo lo que viene de Dios es para nuestro bien. Como dice Salmo 34.8: “Gustad, y ved que es bueno Jehová”.
Oración:
Señor amado, gracias por tu bondad, que siempre obra para mi bien, incluso cuando no lo entiendo. Ayúdame a aceptar tu disciplina con humildad, a confiar en tus límites sabios y a encontrar propósito en el sufrimiento que permites. Abre mis ojos para ver tus bendiciones aun en las circunstancias difíciles, y llena mi corazón de gratitud por tu amor inagotable. Enséñame a descansar en tu bondad y a caminar en fe, sabiendo que tus caminos son perfectos. En el nombre de Jesús, amén.