Más Allá de Lo Visible

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.

Palabra:

Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón (1 Samuel 16:7)

El hombre, dentro de su naturaleza, tiende a juzgar a aquellos que lo rodean, por la apariencia, las posesiones, el cargo que ocupan. Sin embargo, El Señor mediante su palabra y la profunda sabiduría que en ella expresa nos invita a pensar diferente: ¿Por qué no percibir el corazón antes que mirar lo que hay delante de nosotros?

En el primer libro de Samuel, este profeta fue enviado a la casa de Isaí para que ungiera a uno de sus hijos como futuro rey de Israel. Al llegar se dejó guiar por la apariencia imponente de Eliab y lo consideró el elegido por el Señor. No obstante éste le dijo: ‘No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”.

En otras palabras, El Señor exhortaba a Samuel a no impactarse por el aspecto de Eliab, a no impresionarse por su apariencia, que en realidad no mostraba lo que él era, sino a ver en su interior el verdadero valor que se requería para aquella tarea. Finalmente Dios eligió a David, el octavo hijo de Isaí, el apaciguador de ovejas calmo pero no por más joven, menos valiente, que seguro era el menos esperado por todos para ser ungido como rey.

Detengámonos entonces, a la hora de tener una primera impresión. Tomémonos el tiempo para conocer, compartir, convivir en comunión fraternal con aquellos que entran en nuestra vida, para adentrarnos en su corazón y observar lo realmente importante. Aprendamos del Señor a mirar el interior, descubrir cada sentimiento y hacer de cada uno de ellos la esencia de aquellos que nos rodean.

Hagamos que lo esencial sea aquello invisible a los ojos. Hagamos esencial, lo nacido del corazón, justo como El Señor cada día nos enseña.

Oración:

Señor, enséñame a mirar como Tú. Concédeme la sabiduría para observar lo realmente importante, aquello invisible a los ojos y mirar como Tu lo haces desde el corazón y hacia el corazón, de manera que pueda conocer el verdadero valor de todos los que me rodean y no aquello que muestran las apariencias. Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo 1 Samuel 16:

En 1 Samuel 16, la narración y el contenido del capítulo, se desarrollan en el contexto del antiguo Israel, donde Dios ordena al profeta Samuel que unja a un nuevo rey que gobierne y dirija a el Pueblo, señalando asi, un cambio fundamental del rey Saúl debido a su desobediencia. Samuel se dirige a la casa de Jesé en Belén, con el pretexto de realizar un sacrificio al Señor, para evitar despertar las sospechas y la posible ira del rey Saúl.

Al llegar, Samuel se encuentra con los hijos de Jesé, y al principio confunde a Eliab, el mayor, con el elegido de Dios debido a su aspecto. Sin embargo, Dios revela a Samuel que valora el corazón por encima de las apariencias externas, un tema que resuena a lo largo de toda la escritura. A pesar de que Isaí presenta a siete de sus hijos, ninguno es elegido, lo que lleva a Samuel a preguntar si hay alguno más. David, el más joven, que cuidaba las ovejas, es llamado y posteriormente ungido por Samuel, lo que significa que Dios había elegido a David como futuro rey. Este momento marca la elección divina de David, destacando sus humildes comienzos y el principio de que los criterios de Dios para el liderazgo dan prioridad al carácter y al corazón sobre la estatura física o social.

Referencias cruzadas 1 Samuel 16:7:

1. Proverbios 21:2: «Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.»

2. Jeremías 17:10: «Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.»