Juan 21:
Juan 21 muestra cómo Jesús restaura a Pedro después de su negación, dándole una nueva misión y reafirmando su amor y confianza en él. La aparición junto al mar resalta el cuidado y provisión de Jesús, incluso en lo cotidiano. Este capítulo nos llama a seguir a Cristo con fidelidad, aceptando nuestro propósito único en su Reino, y a vivir con la seguridad de que su obra y su poder son incomparables e infinitos.
Jesús Se Aparece Junto al Mar de Tiberias (Juan 21:1-14)
Después de su resurrección, Jesús se aparece a algunos de sus discípulos mientras están pescando en el Mar de Tiberias. Ellos no logran pescar nada durante la noche. Por la mañana, Jesús, desde la orilla, les dice que lancen la red al lado derecho del barco, y capturan una gran cantidad de peces. Juan reconoce que es el Señor, y Pedro se lanza al agua para ir hacia Él. En la orilla, Jesús los invita a desayunar con pan y pescado, sirviéndoles Él mismo.
Jesús Restaura a Pedro (Juan 21:15-19)
Después de la comida, Jesús pregunta a Pedro tres veces: “¿Me amas?” Esto corresponde a las tres negaciones de Pedro antes de la crucifixión. Cada vez que Pedro responde afirmativamente, Jesús le encarga cuidar de sus ovejas: “Apacienta mis corderos,” “Pastorea mis ovejas,” “Apacienta mis ovejas.” Jesús también le dice que en su vejez enfrentará el martirio, pero le insta a seguirlo fielmente.
La Pregunta sobre el Discípulo Amado (Juan 21:20-23)
Pedro, al ver al discípulo amado (probablemente Juan), pregunta a Jesús qué será de él. Jesús responde que si Él decide que ese discípulo permanezca hasta su regreso, no es asunto de Pedro, destacando que cada discípulo tiene un llamado único y personal.
Conclusión del Evangelio (Juan 21:24-25)
Juan afirma que el discípulo amado es el autor del Evangelio y que su testimonio es verdadero. Termina señalando que Jesús hizo muchas otras cosas, tantas que no podrían ser escritas en su totalidad.
Versículo clave de Juan 21:
«Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.» Juan 21:17
En este versículo, Jesús restaura a Pedro después de que este lo negara tres veces antes de la crucifixión. Al preguntarle tres veces si lo ama, Jesús no solo reafirma el amor de Pedro hacia Él, sino que también dándole una nueva oportunidad, cómo todo buen Padre, le encomienda una tarea: cuidar y guiar a Su pueblo. Este diálogo resalta la gracia y el perdón de Jesús, quien no solo perdona a Pedro, sino que lo restaura y le da un propósito renovado en Su reino.
Este pasaje nos recuerda que, aunque podamos fallar, el amor de Jesús es más grande que nuestras caídas. Él nos ofrece perdón y la oportunidad de servirle con un corazón renovado. También subraya la importancia de nuestro amor por Jesús como la base de nuestro llamado a cuidar y servir a los demás.
Oración:
Señor, gracias por tu gracia y perdón, que restauran nuestras vidas cuando fallamos. Ayúdame a amarte con todo mi corazón y a servirte fielmente, cuidando de los que has puesto a mi alrededor. Que mi amor por Ti sea la fuerza que me impulse a vivir para tu gloria y cumplir tu propósito en mi vida. En El Nombre de Jesús, Amén.