Hechos 7
Hechos 7 destaca la fidelidad de Esteban como testigo de Cristo y la dureza del corazón humano frente a la verdad de Dios. Su defensa no solo es una lección de historia, sino un llamado a la obediencia y a no resistir al Espíritu Santo. Su martirio refleja el espíritu de Cristo al perdonar a sus verdugos y entregar su vida con confianza en Dios. Este capítulo nos desafía a ser valientes en nuestra fe, a hablar la verdad con amor y a vivir con la seguridad de que los sufrimientos que nos toque padecer por Cristo tendrán un propósito eterno.
La Defensa de Esteban (Hechos 7:1-53)
Ante las acusaciones de blasfemia, Esteban presenta una defensa brillante y profunda ante el concilio, repasando la historia de Israel para demostrar que siempre han resistido a Dios y sus profetas. Su discurso tiene tres partes principales:
La Promesa a Abraham (Hechos 7:2-8):
Esteban comienza recordando cómo Dios llamó a Abraham, le prometió una descendencia numerosa y le aseguró la posesión de la tierra. Resalta la obediencia de Abraham, incluso sin ver el cumplimiento total de las promesas.
José y la Preservación de Israel (Hechos 7:9-16):
Esteban narra cómo los hermanos de José, movidos por envidia, lo vendieron como esclavo a Egipto. Sin embargo, Dios estaba con José, lo exaltó y lo usó para salvar a Israel durante una gran hambruna. Esto ilustra cómo Dios cumple sus propósitos incluso a través del rechazo humano.
Moisés y la Liberación de Israel (Hechos 7:17-43):
Esteban repasa la historia de Moisés, destacando cómo Dios lo escogió para liberar a Israel de Egipto. Sin embargo, el pueblo rechazó a Moisés repetidamente y recurrió a la idolatría, mostrando su resistencia constante a la obra de Dios.
Esteban concluye su defensa acusando al concilio de seguir el mismo patrón de rechazo. Les dice que, al igual que sus antepasados, siempre han resistido al Espíritu Santo, persiguiendo y matando a los profetas, y finalmente traicionaron y asesinaron al Justo (Jesús), a quien Dios había enviado como el cumplimiento de sus promesas.
El Martirio de Esteban (Hechos 7:54-60)
El discurso de Esteban enfurece a los miembros del concilio. Lleno del Espíritu Santo, Esteban levanta los ojos al cielo y ve la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la diestra de Dios. Declara lo que ve, lo que provoca que los líderes lo arrastren fuera de la ciudad y lo apedreen.
Mientras lo apedrean, Esteban ora: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Luego, de rodillas, clama: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado,» mostrando un espíritu de perdón incluso en medio de su muerte. Esteban se convierte en el primer mártir cristiano.
Versículo clave de Hechos 7:
«Y diciendo: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.» Hechos 7:60
Este versículo relata las últimas palabras de Esteban, el primer mártir cristiano, mientras era apedreado por su fe. Su oración final refleja un espíritu de perdón y amor, incluso hacia quienes lo estaban ejecutando. Estas palabras son un eco de las de Jesús en la cruz («Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen»), mostrando cómo Esteban imitó el carácter de Cristo hasta el final.
La respuesta de Esteban nos desafía a amar y perdonar a nuestros enemigos, confiando en la justicia y la gracia de Dios. También nos recuerda que, al vivir llenos del Espíritu Santo, podemos enfrentar cualquier circunstancia con la certeza de que nuestra vida está en manos de Dios.
Oración:
Señor, gracias por el ejemplo de Esteban, que mostró amor y perdón incluso en medio de la persecución. Ayúdame a reflejar tu carácter en mis palabras y acciones, especialmente cuando enfrento oposición. Llena mi corazón de tu Espíritu Santo, para que pueda responder con gracia y confiar plenamente en Ti. En el nombre de Jesús, Amén.