(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Salmos 1:2
¿Con qué cosas conectas la palabra «delicia»? Puede ser una comida, una fruta, una obra de arte, un libro o un buen clima. El salmista nos está despertando los sentidos para llamar la atención a nuestros corazones, los mismos que rápidamente se desvían para deleitarse en lo creado y no en el Creador. Me parece sumamente interesante que el salmista conecta nuestro deleite con lo que meditamos todo el tiempo. Es decir, hay una conexión entre lo que deseamos tanto y lo que meditamos día y noche que llega a convertirse en nuestra delicia.
¿Sabes cuál es el resultado de meditar la Palabra de Dios al punto de deleitarnos en ella? Somos bienaventurados (Sal. 1:1). Somos felices, dichosos de no andar en malos consejos porque somos aconsejados por la Palabra de Dios. Independientemente de nuestras circunstancias, la dicha de deleitarnos en la Palabra hace una gran diferencia en cómo percibimos todo lo que nos acontece y nos ayuda a discernir en qué camino andar. ¡Cuánto necesitamos orar por pulir nuestro paladar! Pídele al Señor que te ayude a buscarlo en Su Palabra para disfrutar de Su consejo y vivirlo, eso es sabiduría. Por eso, oremos todos los días para que la meditación de Su Palabra nos lleve a ser fieles testimonios a otros de quién es nuestro deleite.
Oración:
Señor, te doy gracias por Tu Palabra, que es fuente de sabiduría y vida. Te pido que me ayudes a deleitarme en ella, a meditar en ella día y noche, y que Su consejo guíe mis pasos. Limpia mi corazón y afina mi paladar espiritual para que siempre busque Tu voluntad por encima de todo. Que la dicha de vivir conforme a Tu Palabra sea evidente en mi vida, y que pueda compartirla con otros, siendo un testimonio fiel de Tu bondad. Ayúdame a disfrutar de Tu presencia y a seguir siempre el camino de Tu sabiduría. En el nombre de Jesús, Amén.
Resumen de Salmos 1
El Salmo 1 establece un contraste entre el justo y el impío. Describe la bendición de quienes siguen la ley de Jehová, meditan en ella constantemente y son comparados con un árbol plantado junto a corrientes de agua que da fruto a su tiempo. Por otro lado, los impíos son como la paja que lleva el viento, sin firmeza ni sustento. Este salmo resalta la importancia de la obediencia a Dios y las consecuencias eternas para justos e injustos.
Referencias cruzadas de Salmos 1:2
Josué 1:8
«Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito.»
Salmos 119:97
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.»
Filipenses 4:8
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.»