Hechos 12
Hechos 12 nos enseña sobre el poder de la oración ferviente, la soberanía de Dios y su capacidad para liberar a sus siervos de manera milagrosa. Aunque la iglesia enfrenta persecución y la muerte de líderes como Jacobo, Dios continúa expandiendo su obra. La muerte de Herodes nos recuerda que todo poder humano es temporal y que solo Dios merece la gloria. Este capítulo nos anima a confiar en el poder de la oración y en la fidelidad del Señor, aun en tiempos de dificultad.
La Persecución de Herodes y la Muerte de Jacobo (Hechos 12:1-5)
El rey Herodes Agripa I, buscando agradar a los judíos, persigue a los cristianos y manda ejecutar a Jacobo, el hermano de Juan, convirtiéndolo en el primer apóstol mártir. Viendo que esto agrada al pueblo, Herodes arresta a Pedro durante la fiesta de los panes sin levadura, planeando presentarlo públicamente después de la Pascua. Mientras Pedro está en prisión, la iglesia ora fervientemente por su liberación.
La Liberación Milagrosa de Pedro (Hechos 12:6-11)
La noche antes de su juicio, Pedro duerme encadenado entre dos soldados, cuando un ángel del Señor lo despierta. Las cadenas caen de sus manos, y el ángel lo guía fuera de la prisión. Pedro, pensando que es una visión, se da cuenta de que ha sido realmente liberado solo después de salir de la ciudad. Reconoce que el Señor lo ha rescatado de las manos de Herodes.
El Asombro de la Iglesia (Hechos 12:12-17)
Pedro va a la casa de María, madre de Juan Marcos, donde muchos creyentes están reunidos orando. Cuando Pedro llama a la puerta, una sirvienta llamada Rode lo reconoce, pero en su emoción olvida abrir la puerta y corre a decir a los demás que Pedro está allí. Al principio no le creen, pero finalmente abren y se sorprenden al ver a Pedro. Él les cuenta cómo el Señor lo liberó y les pide que informen a Jacobo (el hermano de Jesús) y a los demás. Luego se marcha a otro lugar.
El Juicio y la Muerte de Herodes (Hechos 12:18-23)
Al día siguiente, hay gran conmoción entre los soldados porque no saben qué ha pasado con Pedro. Herodes, furioso, interroga a los guardias y ordena que sean ejecutados. Más tarde, Herodes se traslada a Cesarea, donde pronuncia un discurso ante el pueblo. La multitud lo aclama como un dios, y él no da gloria a Dios. Inmediatamente, un ángel del Señor lo hiere, y Herodes muere, comido por gusanos.
El Crecimiento de la Iglesia (Hechos 12:24-25)
A pesar de la persecución y la muerte de Herodes, la palabra de Dios sigue creciendo y extendiéndose. Bernabé y Saulo, después de haber cumplido su misión de llevar ayuda a Jerusalén, regresan a Antioquía, llevando consigo a Juan Marcos.
Versículo clave de Hechos 12:
«Pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.» Hechos 12:5
Este versículo describe el contexto en el que Pedro había sido arrestado y estaba en prisión, mientras el rey Herodes perseguía a los líderes de la iglesia. A pesar de la amenaza y el peligro, la iglesia se unió en oración constante, clamando a Dios por la liberación de Pedro. Este pasaje resalta el poder de la oración y la importancia de la unidad en momentos de crisis.
La respuesta divina no se hizo esperar: un ángel fue enviado para liberar a Pedro de manera milagrosa, demostrando que Dios escucha y actúa en respuesta a las oraciones fervientes de su pueblo. Este versículo nos invita a perseverar en la oración, confiando en el poder de Dios para obrar en cualquier situación, por difícil que parezca.
Oración:
Señor, gracias porque siempre escuchas nuestras oraciones y actúas de acuerdo a tu voluntad perfecta. Ayúdame a perseverar en la oración, especialmente en los momentos difíciles, y a confiar en tu poder para obrar de manera milagrosa. Que mi fe y mi vida de oración crezcan, y que siempre busque unirme en intercesión con mis hermanos en la fe. En el nombre de Jesús, Amén.