Publicado por Hechos 14
Hechos 14 destaca la valentía y fidelidad de Pablo y Bernabé frente a la oposición, mostrando cómo Dios respalda a sus siervos con poder y señales. A pesar del peligro, ellos regresan a las mismas ciudades donde fueron perseguidos para fortalecer a los nuevos creyentes. Este capítulo nos enseña que seguir a Cristo implica enfrentar dificultades, pero también nos anima a perseverar, sabiendo que Dios está con nosotros y que Su obra se cumple a través de nosotros. Además, subraya la importancia de establecer liderazgo local en las iglesias y la misión continua de proclamar el evangelio a todas las naciones.
Pablo y Bernabé en Iconio (Hechos 14:1-7)
En Iconio, Pablo y Bernabé entran en la sinagoga judía y predican con tal poder que una gran multitud de judíos y gentiles cree. Sin embargo, algunos judíos incrédulos incitan a la gente contra ellos, provocando división en la ciudad. A pesar de la oposición, los apóstoles continúan predicando con valentía, y Dios respalda su mensaje con señales y prodigios. Cuando sus enemigos planean apedrearlos, huyen a Listra y Derbe, donde continúan predicando el evangelio.
El Milagro en Listra y la Adoración Equivocada (Hechos 14:8-18)
En Listra, Pablo sana a un hombre cojo de nacimiento, quien nunca había caminado. Al ver el milagro, la multitud piensa que Pablo y Bernabé son dioses y los llaman Mercurio y Júpiter. Incluso el sacerdote del templo de Júpiter trae ofrendas para sacrificarlas a ellos. Pablo y Bernabé, horrorizados, rasgan sus vestiduras y explican que ellos son hombres comunes, instando a la multitud a volverse al Dios vivo que creó el cielo, la tierra y el mar. A pesar de sus esfuerzos, apenas logran detener a la multitud de ofrecerles sacrificios.
La Persecución y el Viaje a Derbe (Hechos 14:19-20)
Poco después, algunos judíos de Antioquía y de Iconio llegan a Listra y persuaden a la multitud para que apedreen a Pablo. Lo arrastran fuera de la ciudad, pensando que ha muerto. Sin embargo, cuando los discípulos lo rodean, Pablo se levanta y vuelve a la ciudad. Al día siguiente, parte con Bernabé hacia Derbe, donde predican el evangelio y hacen muchos discípulos.
El Regreso y el Fortalecimiento de las Iglesias (Hechos 14:21-28)
Después de hacer discípulos en Derbe, Pablo y Bernabé regresan por las ciudades donde habían sido perseguidos (Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia), fortaleciendo a los creyentes y exhortándolos a permanecer firmes en la fe, recordándoles que «es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.» Establecen ancianos en cada iglesia, orando y ayunando antes de encomendarlos al Señor.
Finalmente, regresan a Antioquía de Siria, donde habían sido enviados por la iglesia para esta misión. Al llegar, informan a la iglesia cómo Dios abrió la puerta de la fe a los gentiles. Se quedan allí por un tiempo, fortaleciendo a los creyentes.
Versículo clave de Hechos 14:
«Pero cuando los apóstoles Bernabé y Pablo lo supieron, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina, y allí predicaban el evangelio.» Hechos 14:6-7
Este versículo muestra la perseverancia y el compromiso de Pablo y Bernabé en su misión, a pesar de enfrentar constante oposición y peligro. Al enterarse de un complot para apedrearlos, ellos no se desanimaron ni abandonaron la obra, sino que continuaron predicando el evangelio en otras ciudades. Este pasaje nos enseña que la misión de proclamar el evangelio requiere valentía, discernimiento y una disposición a seguir adelante, incluso en medio de dificultades.
La actitud de los apóstoles nos recuerda que, aunque enfrentemos obstáculos, debemos mantenernos fieles al llamado de Dios, confiando en que Él abrirá nuevas puertas y oportunidades para compartir Su mensaje.
Oración:
Señor, gracias por el ejemplo de Pablo y Bernabé, que perseveraron en medio de la oposición. Dame la valentía y la sabiduría para seguir adelante en el llamado que me has dado, sin desanimarme ante las dificultades. Fortalece mi fe y ayúdame a ser un testigo fiel de tu amor en todo lugar. En el nombre de Jesús, Amén.
