Publicado por Hechos 20
Hechos 20 nos muestra el corazón pastoral de Pablo, su dedicación a predicar el evangelio y su disposición a enfrentar el sufrimiento por obedecer al Espíritu Santo. Su advertencia a los líderes de Éfeso sobre el cuidado del rebaño y la llegada de falsos maestros es un recordatorio de la responsabilidad de los líderes espirituales. Este capítulo nos inspira a vivir con propósito, a servir con humildad y a valorar la comunión y el cuidado mutuo dentro de la iglesia.
Pablo en Macedonia y Grecia (Hechos 20:1-6)
Después del alboroto en Éfeso, Pablo se despide de los discípulos y viaja a Macedonia, donde anima a los creyentes. Luego se dirige a Grecia, donde permanece tres meses. Debido a un complot de los judíos contra él, cambia sus planes y regresa por Macedonia. Lo acompañan varios colaboradores hasta Troas, donde se reencuentra con Lucas y otros discípulos.
El Sermón de Pablo en Troas y la Resurrección de Eutico (Hechos 20:7-12)
En Troas, el primer día de la semana, los creyentes se reúnen para partir el pan, y Pablo les habla hasta la medianoche. Un joven llamado Eutico, que estaba sentado en una ventana, se duerme durante el largo discurso de Pablo, cae desde el tercer piso y muere. Pablo desciende, lo abraza y le dice a la gente que no se preocupen, pues Eutico está vivo. Después de esto, Pablo continúa hablando hasta el amanecer antes de partir.
El Viaje hacia Jerusalén y el Discurso de Despedida en Mileto (Hechos 20:13-38)
Pablo continúa su viaje por varias ciudades hasta llegar a Mileto, donde envía a llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso. En un emotivo discurso, Pablo les recuerda cómo sirvió al Señor con humildad y lágrimas, enfrentando pruebas debido a las conspiraciones de los judíos. Declara que se siente impulsado por el Espíritu a ir a Jerusalén, a pesar de que le esperan prisiones y tribulaciones.
Pablo les exhorta a cuidar de sí mismos y del rebaño, ya que después de su partida vendrán lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Les anima a recordar su ejemplo de trabajo duro y generosidad, concluyendo con la famosa frase: «Más bienaventurado es dar que recibir.»
Después de orar juntos, los ancianos de Éfeso, profundamente conmovidos, se despiden de Pablo con lágrimas, sabiendo que no lo volverán a ver.
Versículo clave de Hechos 20:
«Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.» Hechos 20:24
Este versículo es parte del discurso de despedida de Pablo a los ancianos de la iglesia de Éfeso, donde expresa su compromiso absoluto con el llamado que Dios le dio. A pesar de las dificultades, peligros y amenazas que enfrentaba, Pablo declara que su vida no tiene valor para él, excepto en cuanto le permita cumplir con gozo la misión de testificar acerca del evangelio.
Este pasaje nos inspira a vivir con un propósito claro y una entrega total a Dios. Pablo nos enseña que la verdadera alegría y significado en la vida se encuentran al cumplir el llamado que hemos recibido del Señor, poniendo la misión por encima de nuestras comodidades y temores.
Oración:
Señor, gracias por el ejemplo del apóstol Pablo, que vivió con un propósito claro y una entrega total a tu llamado. Ayúdame a valorar mi vida en función de tu propósito y a cumplir con gozo el ministerio que me has dado. Que pueda dar testimonio de tu gracia en todo lo que haga, confiando en tu fuerza y guía. En el nombre de Jesús, Amén.
