Romanos 10
Romanos 10 enfatiza que la salvación no se obtiene por obras, sino por la fe en Cristo. Nos recuerda que cualquier persona que invoque al Señor será salva, sin distinción. También nos desafía a ser activos en compartir el evangelio, porque la fe viene por el oír la Palabra de Dios. Este capítulo nos anima a confiar en la gracia de Dios y a ser instrumentos para llevar su mensaje de salvación al mundo.
El Deseo de Pablo por la Salvación de Israel (Romanos 10:1-4)
Pablo expresa su deseo ferviente de que Israel sea salvo. Reconoce que los judíos tienen celo por Dios, pero sin conocimiento verdadero, porque buscan establecer su propia justicia en lugar de someterse a la justicia de Dios. Explica que Cristo es el fin de la ley, trayendo justicia a todo aquel que cree.
La Justicia que es por la Fe (Romanos 10:5-13)
Pablo contrasta la justicia basada en la ley con la justicia basada en la fe. La ley exige obediencia perfecta, pero la justicia por la fe declara que la salvación no está en un esfuerzo humano, sino en creer en el mensaje de Cristo.
Afirma que si alguien confiesa con su boca que Jesús es el Señor y cree en su corazón que Dios lo levantó de los muertos, será salvo. No hay distinción entre judíos y gentiles, porque el mismo Señor es rico para todos los que lo invocan.
La Necesidad de Predicar el Evangelio (Romanos 10:14-21)
Pablo resalta la importancia de la predicación para la salvación. Hace una serie de preguntas retóricas: ¿Cómo invocarán a Dios si no han creído en Él? ¿Cómo creerán si no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? Por eso, enfatiza la necesidad de enviar a mensajeros con el evangelio.
Cita Isaías para mostrar que no todos obedecen el evangelio, lo que incluye a Israel, a pesar de haber escuchado el mensaje. Dios, sin embargo, sigue extendiendo su mano a un pueblo rebelde, ofreciendo salvación tanto a judíos como a gentiles.
Versículo clave de Romanos 10:
«Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.» Romanos 10:10
Explicación:
Este versículo resume el proceso de salvación en dos aspectos esenciales: la fe en el corazón y la confesión con la boca. Pablo enseña que la justicia ante Dios no se obtiene por obras, sino por la fe genuina en Cristo. Sin embargo, esta fe no es pasiva; se expresa y confirma con la confesión pública de Jesús como Señor y Salvador.
Este pasaje nos anima a vivir nuestra fe de manera auténtica, no solo creyendo internamente, sino proclamando con valentía el mensaje de salvación. Nos recuerda que la salvación es una promesa accesible para todos los que creen y confiesan a Cristo, y que como creyentes, tenemos el privilegio y la responsabilidad de compartir esta verdad con el mundo.
Oración:
Señor, gracias porque tu promesa salvación es un regalo que recibo por fe en Ti. Ayúdame a vivir con un corazón lleno de confianza en esa promesa y a proclamar tu nombre con valentía. Que mi vida sea un testimonio vivo de tu amor y gracia, para que otros también puedan conocerte y ser salvos. En el nombre de Jesús, Amén.