Para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Deuteronomio 6:2
¿Qué quiere dejar usted a sus seres queridos? Tal vez sea dinero o reliquias familiares, como un collar valioso o una fotografía muy especial. Pero si usted ha aceptado a Cristo como Salvador de su vida, tiene algo mucho más valioso. Lo material puede gastarse o perderse, pero la fe —lo que cree acerca de Jesucristo— es precioso y eterno.
Decidir seguir a Cristo es una decisión personal, una que usted no puede tomar por nadie más. Sin embargo, por medio de sus palabras y acciones, puede guiar con amor a otros al Padre celestial. En los próximos días veremos tres maneras en que usted puede compartir su fe.
La primera es compartir lo que usted mismo ha aprendido y practicado. Por ejemplo, puede decirles a los demás que…
DIOS NOS DARÁ DIRECCIÓN. “Lámpara es a mis pies su palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal 119.105).
DIOS PROVEERÁ PARA NUESTRAS NECESIDADES, por medio de sus inagotables riquezas (Fil 4.19).
DIOS NOS CAPACITARÁ Y FORTALECERÁ, pase lo que pase. Él es un amigo más unido que un hermano (Pr 18.24).
DIOS ES EL DUEÑO DE TODO, y nosotros somos sus fieles administradores.
¿Qué principios bíblicos está usted transmitiendo a los demás? ¿Hay algo que agregaría a la lista anterior?
Señor, ayúdame a transmitir a mis seres queridos la riqueza eterna de Tu verdad. Que mis palabras y acciones reflejen Tu amor, Tu fidelidad y Tu provisión. Permíteme ser un ejemplo vivo de fe, confianza y obediencia a Tus mandamientos, para que quienes me rodean puedan verte en mi vida y deseen seguirte. Dame sabiduría para compartir Tu Palabra y guíame a enseñar con humildad y amor. Que mi legado sea una herencia espiritual que transforme corazones para Tu gloria. En el nombre de Jesús, Amén.